Caracol o cabeza de cerdo

Javier Hernández Alpízar
Leí, hace años, El señor de las moscas de William Golding, un poco por esa curiosidad morbosa que en cierto momento causa la idea enajenada del mal, el mal demonizado, pero la idea del mal que es formulada en esa novela, si bien decepcionará a los amantes de lo misterioso, de lo sagrado, porque puede haber lo malo sagrado, me decía un amigo, que no son sinónimos bueno de sagrado ni malo de profano, la ideal del mal que se formula en la novela, regresemos, es la de un mal de este mundo, profano, mundano:
El mal somos nosotros, la manera como estamos todos juntos, como nos relacionamos de manera injusta. El mal es una relación social basada en el egoísmo, la injusticia, la ceguera frente al otro, la violencia, la inequidad, la iniquidad (ambas, para que amarre), eso que está mal (no que es el mal o es lo malo, sino que está mal) cuando se queda en ese estar, en ese estado, estatus, statu quo, estado, Estado.
La anécdota es famosa, no he visto la película, me gustaría, pero leí la novela: Los niños, ingleses, educados, clasemedieros, hijos de papi, caen de un avión, naufragan del aire, están en una isla, intentan organizarse, quien tome entre sus manos el caracol (símbolo profundo del oído, la escucha, el corazón, lo cordial, el orden arquitectónico, lo que tiene principios, a “arquía”, digamos, un buen orden político) puede decir a la asamblea su palabra, para llegar a un acuerdo; pero hay quienes descubren la manera de dejar de comer puros vegetales, cazar cerdos salvajes, jabalíes, matar, comer carne, y terminan tomando el poder, ser cazadores los hace un poco violentos, policiacos, en el mal sentido de la palabra. Tal vez es la idea simplista, los cazadores, ya que los pueblos cazadores no eran “violentos por naturaleza”, me parecen buenos los argumentos de Erich Fromm en Anatomía de la destructividad humana.
Hay dos maneras de mantener el orden (en la vida real ninguna es pura, pero se distinguen, en una predomina un componente, en la otra su opuesto): Una es el caracol, la escucha, la palabra, la asamblea, el trato entre iguales, el único que debería llamarse política. La otra es la cabeza de cerdo rodeada de moscas: el miedo, la violencia, el homicidio, la obediencia servil.
En México, ¿en qué momento pasamos la barrera, el punto de no retorno, la ruptura del tabú? ¿Fue en el fraude de 1988? ¿En la firma del TLCAN? ¿En la reforma al artículo 27 que mató la nunca cumplida promesa de reforma agraria? ¿Cuando la clase política traicionó los Acuerdos de San Andrés? ¿En el reciente fraude?
Si bien hay una fuerza pública que hace obedecer en última instancia por miedo, lo que hace obedecer de verdad, con consentimiento del gobernado, con legitimidad, es finalmente la promesa, todo en la sociedad se basa en una promesa, una promesa de respeto, siquiera lo mínimo necesario para que el otro no se sienta indigno al obedecer. Cuando obedecer le resulta al otro indigno, obedecerá y se negará a sí mismo, una obediencia autodestructiva, de abnegación. O no obedecerá, aunque la desobediencia le exponga a la pena, al dolor, a la represión, a la muerte.
Como resultado de una larga y dolorosa historia, en este país se vivía con una cierta promesa, se suponía que éramos hijos de esa historia, de la revolución mexicana, de la promesa de reforma agraria, tierra para los campesinos, soberanía para el pueblo, defensa frente a lo extranjero, la tentativa de un desarrollo nacional. Y uno a uno, esos elementos prometidos los fueron pisoteando, derribando, obligando al otro a obedecer a costa de negarse a sí mismo, de abnegarse, lacerando su dignidad.
Cuando la autoridad da una orden que el gobernado no puede obedecer, el gobernado no obedecerá, pero la autoridad será la responsable, habrá pedido lo imposible, y eso no está dicho en Maquiavelo, ésa es política para niños que juegan a ser asesores y nunca los aceptan, el sentido sencillo de la obediencia y la desobediencia como no pedir imposibles está dicho en Saint-Exúpery, capaz de ver lo que no se ve con los ojos, cosas esenciales.
Nadie se extrañe, la cabeza de cerdo rodeada de moscas huele, hiede, es detritus, ya no sirve. Lo que huele es el miedo, el odio autodestructivo, humillante. Por mala suerte, por un tiempo más muchos obedecerán, por miedo, por indiferencia, por conveniencia corrupta, por estupidez.
Pero hay quienes ya retomaron el hilo, el camino, la espiral, la de la voluta de humo, el símbolo de la palabra, el caracol. Y cuando el humo de las cenizas empiece a escasear, los que queden comenzarán a construir una nueva asamblea, de gentes que se puedan llamar sin mentir mujeres y hombres.
Los zapatistas del EZLN, los estudiantes rebeldes de la UNAM, los campesinos de San Salvador Atenco, los oaxaqueños aguerridos de la APPO, y la gente que ha sido hasta ahora nada, nadie, los nunca escuchados, los que no van a comulgar con esa carne de cerdo infestada de moscas, en ellos está la esperanza de que este país no se convierta en esa cosa, ¿qué es lo más apestoso que puede decirse, cuál es esa palabra?

DESLINDAR PARA AVANZAR

miércoles, 30 de agosto de 2006
Alberto Híjar (publicado en Por Esto)
La globalización forzada y salvaje y la caída de los socialismos soviético y europeos, exigen la deconstrucción de los bloques históricos de poder. En México, la derrota del PRI forma parte de la liquidación económico-política del llamado Estado benefactor con legitimación corporativa. Las derrotas del PRD como resto de la izquierda partidaria eurocomunista, la nacionalista y la de socialistas respetuosos del Estado, no son absolutas sino se mantienen socialmente con la esperanza de alcanzar la Presidencia acompañada por su correspondiente representación parlamentaria, estatal y municipal donde no caben las organizaciones sociales de base ante los enjuagues políticos sin principios
 La política como exclusividad de una clase negociadora de espaldas al pueblo y de parte del Estado, reduce el lugar del pueblo a la identidad ofrecida por las cúpulas de poder nacionalista de Estado. El poder popular autogestivo y autonomista queda reducido a la marginalidad y al precarismo.
El bloque histórico de izquierda estatista diferencia en la lucha, la parte nacionalista esencialmente opuesta a toda organización de poder popular para sustituirla con representaciones espurias por su empeño en preservar el poder estatal a toda costa. De aquí sus alianzas puercas opuestas a toda crítica de principios y de aquí su falsedad como izquierda.
La izquierda en todo caso y ante la crisis aguda del Estado-Nación y no sólo del gobierno y no sólo en México, se define como propiciadora de la extinción del Estado capitalista para la emergencia al poder de la nación totalizada e incluyente. La fase histórica, desde esta estrategia, es de construcción del poder popular como poder del proletariado ampliado a los no asalariados cercanos o integrados a la llamada economía informal.
Para la falsa izquierda arraigada en el Estado y la defensa de sus instituciones, el pueblo es sujeto pasivo porque debe quedar representado por el caudillo y la cúpula. La asamblea, la Convención Nacional Democrática, es un rito, un trámite de legitimación de ellos donde no cabe la práctica de la soberanía popular. Se trata, en fin, de proclamar presidente en rebeldía o interino o encargado de gobierno o provisional al caudillo y asumir como estrategia su lucha personalizada acompañada con la improbable coordinación de intereses de diputados, senadores, asambleístas, gobernadores, presidentes municipales y jefe de Gobierno del D.F. a quienes paradójicamente se les considera legalmente electos. La incongruencia de la aceptación de una parte del proceso electoral quedaría resuelta en términos estratégicos de la lucha desde fuera coordinada con la lucha desde dentro para lo cual es necesario un partido político claro en su programa, en su estrategia y en sus tácticas, cosa que no existe en México.
El programa de la falsa izquierda es de nacionalismo cercano al imperialismo monopolista de Estado con la reivindicación de su soberanía en el manejo de la energía y del territorio como si no fuera proverbial la corrupción de PEMEX y de la Secretaría de Energía. Se prometen también servicios públicos en cumplimiento de la consigna «primero los pobres» bajo control estatal por supuesto y a la par, reforma del Estado para mejorar la corrupta justicia, los derechos laborales conculcados y el campo arrasado. Pero la práctica prueba otra tendencia: como nadie, el gobierno de López Obrador en el D.F. operó contra los más elementales derechos laborales, igual que los que han seguido y entregó el Centro Histórico al dominio de las empresas de Carlos Slim, en tanto la cultura popular fue sometida a diversión para alcanzar al Zócalo como territorio de la industria del espectáculo con conciertos masivos de promoción disquera y televisual y con uno que otro acto de agitación popular bajo control de los trepados al estrado. Emblemática resultó la gran marcha contra el desafuero con la multitud clamante, brigadas de perredistas exigiéndole silenciar las altisonancias y con un templete donde brillaron por su ausencia las organizaciones de base a cambio de la presencia de personajes rebotados por el priísmo, hombres de Estado como gustan llamarse. Es elocuente al respecto la exaltación que hace La Jornada de figuras del espectáculo como Jesusa Rodríguez, la Poniatowska o Taibo II, para hacernos creer que el gran plantón de 9 kilómetros en el Paseo de la Reforma, bulle de actividad cultural. En la participación instrumentada de grupos como el Coro de los Pejeviejitos y en la presencia de talleristas y músicos de los barrios, está la prueba de los trabajadores de la cultura jamás atendidos ni promovidos por el gobierno del D.F. Esto se debe a la necesidad de contener la organización popular en los límites de su instrumentación al llamado cupular.
Esperar el desencanto de los convencionistas del 16 de septiembre, resulta criminal. Así seamos pocos los previsores de la conciencia infeliz del pueblo contestatario por el fraude electoral sin más, desde ahora y aún antes, advertimos la urgencia de construir poder popular realmente soberano y con programa de largo plazo contra el Estado opresor y represor. Ponemos el ejemplo del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra que pudo ser el primer Caracol con sus Juntas de Buen Gobierno en las goteras del Distrito Federal. De aquí la desmesurada represión que no ha merecido el menor comentario de la Alianza por el Bien de Todos disminuida por la previsible renuncia de Convergencia.
Ningún partido protestó por la felicitación del Secretario de Gobernación en la Reunión de Gobernadores presidida por Vicente Fox para reconocer la preservación de la ley y el orden por el criminal Peña Nieto represor de Atenco, semejante a Lázaro Cárdenas Batel agresor de los mineros de SICARTSA en el lugar con el nombre de su abuelo. Tampoco la Asamblea Popular del Pueblo de Oaxaca merece atención pejista, pese a la prueba de poder popular concretada en la capacidad de repliegue y acrecentamiento organizativo a raíz del brutal desalojo al que fuera sometida el 14 de junio. La reinstalación de los campamentos acompañada por la autodefensa necesaria y las correspondientes medidas de seguridad, incluye la ocupación de 11 oficinas de gobierno y de Corporación de Radio y Televisión de Oaxaca que usara el repudiado gobernador Ulises Ruiz para su propaganda exculpatoria. Así se respondió al ataque de paramilitares protegidos por policías municipales y federales que queman autobuses, disparan y han matado a cinco movilizados y arrojaron ácido a la consola de Radio Universidad. Las radiodifusoras La Ley y Oro, son ahora medios de comunicación con teléfono abierto para recibir mensajes, comentarios y críticas del movimiento crecido en todo Oaxaca con la ocupación de presidencias municipales, asambleas locales y regionales y tácticas de autodefensa adecuadas al momento. Todo lo que el enemigo privatiza y corrompe, hay que liberarlo y socializarlo, tal como ha ocurrido con la Guelaguetza impedida como negocio turístico y recuperada como don campesino que convoca a los productores de toda la riqueza, los trabajadores, a incorporarse a la fiesta de integración del trabajo y el placer.
Parece que la Otra Campaña espera en el umbral hasta ver pasar los cadáveres del estatismo populista y levantar, una vez más, las banderas de la izquierda desde abajo. Pero desde el Encuentro Indígena celebrado en Campeche, el Delegado Zero saluda a la APPO y pide no confundirse ante los silencios de quienes están liberados de los tiempos electorales del Estado para construir en cambio, el tiempo libertario con territorios nuevos. En todo caso, muchos de los adherentes estarán en la Convención Nacional Democrática quizá para denunciar la expropiación del nombre dado por el EZLN a la reunión de finales de 1994 en Chiapas. Como han sido mantenidos en calidad de adherentes sin precisión de sus derechos y obligaciones, como ya no hay Frente Zapatista civil, cada organización leal lo será de acuerdo a su saber y entender para dar lugar a una compleja relación con la falsa izquierda estatista e institucionalista.
Lo cierto es que ante un bloque de derecha empresarial corporativa y globalizadora con cámaras industriales y monopolios y cárteles asociados al Estado administrador de la máxima ganancia concentrada, de aquí al primero de diciembre cuando tomará posición a sangre, fuego y verborrea televisual el títere derechista en turno, habrá de crecer un programa nacional de lucha desde Atenco, Oaxaca, la Otra Campaña, la Asamblea Popular de Michoacán y las que sigan, los trabajadores contra el charrismo y por los consejos de trabajadores en ejercicio de la soberanía del pueblo consagrada por el artículo 39 constitucional.
A 100 días de la Comuna de Oaxaca, este asalto al cielo es posible. Alrededor de 50 días duró la Comuna de París en 1871, mismos que duró el sóviet de San Petersburgo en 1905. Los revolucionarios eurocentristas hacen a estas gestas el ejemplo a seguir. Hoy toca reivindicar los 100 días de resistencia en Oaxaca como punto de partida ejemplar de la historia y la geografía constructoras de la nueva nación incluyente y ricamente compleja. El gran obstáculo histórico del Estado-Nación, todavía con poder de convencimiento, ha iniciado su caída definitiva no sin mostrarse en toda su peligrosidad con el último recurso que le queda: el poder militar y policíaco asociado a la contrainformación televisual, radiofónica y periodística. Hay que actuar en consecuencia oponiendo al informe-sermón estatista presidencial, la información del pueblo en lucha.
 

¿Qué está pasando en Oaxaca?

Dossier: Subcomandante Marcos · Francisco López Bárcenas · Adelfo Regino

Sin Permiso (Publicado en Rebelión)

En este dossier sobre los sucesos de Oaxaca, México, publicamos 4 documentos: 1) La Declaración del pueblo de Oaxaca; 2) Un artículo del abogado meixteco Francisco López Bárcenas; 3) Un artículo del abogado mixe Adelfo Regino; y 4) Las palabras del Subcomandante Marcos en el II Encuentro Indígena Peninsular, celebrado en Campeche, México este mes de agosto. SP.

1) Declaración del pueblo de Oaxaca

El pueblo de Oaxaca vive tiempos difíciles. Sin embargo, estos tiempos no son nuevos, desde hace ya varios años hemos observado con preocupación y tristeza la agudización de la violencia política, la permanente violación a los derechos humanos y la ola feminicida en
nuestro estado. Ante los innumerables problemas y demandas de justicia del pueblo, la situación se agrava con el silencio, la indiferencia y la acción impune del gobierno; que se convierte en el responsable directo de la ingobernabilidad en el estado.
El pueblo oaxaqueño cobra conciencia, no podemos dejar de escuchar el clamor de su indignación en miles de voces que se volcaron en marchas multitudinarias. El detonador que puso al descubierto el régimen autoritario y la crisis de ingobernabilidad en el estado fueron los
hechos recientes del 14 de junio, sucesos en los que se hizo un uso irracional de la fuerza pública. No queremos seguir guardando silencio, queremos soluciones para los problemas de Oaxaca.
Nos rebelamos en contra del gobierno de Ulises Ruiz Ortiz, porque ya no queremos un gobierno que mane los recursos del pueblo en beneficio de un sector privilegiado de la sociedad. Ya no queremos instituciones que no cumplan con su cometido y que son empleadas para callar la voz del pueblo, en beneficio de partidos políticos. No queremos más
discursos con palabras vacías, respaldados en el cinismo y la mentira. 
Nuestras palabras se apoyan en la memoria histórica de hechos y agravios que se han cometido al amparo del poder y que permanecen impunes.
Hagamos un recuento:
Desde el 2004 hemos tenido que lamentar asesinatos políticos que siguen sin ser aclarados. Desde entonces, las violaciones a los derechos humanos han sido constantes; se reprime la libertad de expresión; se compran los sindicatos y se impide su vida independiente; al interior del estado, se fortalecen los cacicazgos. La justicia se aplica con discrecionalidad y las instituciones encargadas de hacer cumplir las leyes se han convertido en herramientas del poder, con las que se reprimen a líderes y opositores políticos.
Cientos de veces hemos escuchado que el estado de Oaxaca es una de las regiones más ricas del país en diversidad cultural y ambiental. Sin embargo, no existen políticas que reconozcan la interrelación entre pueblos indígenas y recursos naturales para contribuir a su desarrollo. Los programas que se realizan, han deteriorado la producción en el campo, dañan el ambiente y excluyen a la población, que ante este panorama se ve obligada a emigrar; recursos vitales como el agua, se concesionan para beneficio de empresas transnacionales.
Las instituciones encargadas de brindar salud a la población no cumplen con sus funciones. Hay rezago en la atención de enfermedades tan graves como el cáncer cérvico-uterino y observamos de forma dramática el incremento de la mortalidad materna. Los hospitales no
tienen medicinas suficientes y carecen del equipo mínimo necesario. En el aspecto educativo el estado presenta serias carencias, no sólo en términos presupuestales, sino también en su orientación y contenidos.
En cambio, el gobierno se gasta los recursos del pueblo en obras suntuarias e innecesarias, tales como la remodelación del Centro Histórico de la Ciudad, atentando contra el patrimonio cultural de los oaxaqueños.
No hay transparencia ni rendición de cuentas en las acciones de gobierno. Se privilegia la simulación y la manipulación en la asignación de la obra pública para favorecer a empresas de familiares y gentes cercanas al gobernador; incluso, los programas sociales —federales y estatales— son utilizados por el gobierno estatal con propósitos político-partidistas.
El gobierno atenta contra nuestras tradiciones. Comercializa nuestra cultura en una forma burda e insultante para la población e interviene abiertamente en los municipios y comunidades que no se pliegan a sus consignas. Asimismo, entorpece y violenta la vida comunal de los
pueblos indígenas, que buscan en sus tradiciones formas de convivencia y que eligen a sus autoridades conforme a sus sistemas normativos. El gobierno desconoce la voluntad popular e impone administradores municipales, con lo que fractura la vida de las comunidades.
Todo lo anterior pone de manifiesto el «estado de excepción de facto» que se vive en nuestro estado. Por eso, el pueblo de Oaxaca se une, no sólo para exigir Juicio Político y la Revocación de Mandato del Gobernador, sino para sentar las bases de los gobiernos que nos representen en el futuro.
Necesitamos y queremos un verdadero gobierno, un gobierno que represente al pueblo de Oaxaca en toda su diversidad: pueblos indígenas, población urbana, campesinos, trabajadores, empresarios, mujeres, hombres, niños, jóvenes y las comunidades lésbico-gay. Un gobierno cuya acción prioritaria sea establecer los puentes de diálogo que den inclusión de todas las voces; que establezca instituciones, leyes y políticas acordes con la diversidad cultural y la autonomía de los pueblos y comunidades de Oaxaca; que respete la libertad de expresión y fomente el derecho a la comunicación en un marco de pluralidad cultural. Un gobierno que genere condiciones de participación para que la sociedad toda construya el desarrollo, la
democracia y la gobernabilidad en el estado. Un gobierno incluyente, que trabaje en la búsqueda de soluciones a los problemas políticos, sociales y económicos de Oaxaca y que trabaje en la construcción de instituciones que representen al pueblo, sustentado en la
transparencia, en la rendición de cuentas y en el respeto a la voluntad popular.
Para avanzar en la construcción de esta nueva forma de gobierno convocamos a la elaboración de un Programa Político Unitario; llamamos a un Nuevo Pacto basado en el diálogo de todos los sectores del pueblo de Oaxaca. Convocamos a construir Nuevas Conducciones Políticas, que respeten los derechos humanos; que respeten la vida de las comunidades y la autonomía de los gobiernos municipales; que se conduzcan con igualdad, equidad y transparencia. En suma, llamamos a restituir el estado de derecho, la democracia y la gobernabilidad con la
instauración de una Nueva Constitución para nuestro estado, una que incluya las voces y el sentir del pueblo oaxaqueño.
La «Declaración del Pueblo de Oaxaca» es un documento abierto al sentir y a las demandas de hombres y mujeres: de campesinos, de comunidades y de pueblos indígenas; de empresarios, sindicatos independientes, trabajadores, maestros, estudiantes y profesionistas; de personas con capacidades diferentes; de personas con distintos credos religiosos y libres pensadores; de personas con preferencias sexuales diversas y de todos aquellos que creemos que es posible no solamente soñar con un Oaxaca mejor, sino de comprometernos a trabajar en la construcción de una sociedad más justa, de un gobierno que verdaderamente nos represente y trabaje a nuestro lado y con nosotros para hacer de Oaxaca el lugar que queremos. Una tierra donde vivamos con dignidad y justicia.- Oaxaca de Juárez, Agosto de 2006.

2) Francisco López Bárcenas*: Oaxaca, el cerco gubernamental
Finalmente parece que en Oaxaca está sucediendo lo que tanto se temía: los gobiernos federal y estatal optaron por someter al movimiento popular aglutinado en la Asamblea Popular del Pueblo de Oaxaca (APPO). Para ellos el asunto es de seguridad nacional, no de justicia social. Eso se desprende de los acontecimientos de los últimos días, entre los que se incluye la represión sistemática a los inconformes a cargo de policías estatales vestidos de civil, con lo que el número de muertos ha aumentado dramáticamente; las declaraciones del propio gobernador y de la procuradora general de Justicia del estado de equiparar las propuestas populares a una guerrilla urbana, respaldados por varios dinosaurios priístas; la campaña emprendida por el gobernador en persona para afirmar que se irá cuando concluya su mandato, al tiempo que intenta reducir el reclamo popular de la salida del gobernador a las demandas económicas del magisterio. En ese mismo sentido apunta el llamado de la Secretaría de Gobernación a la APPO a un diálogo sin condiciones, al tiempo que la Secretaría de la Defensa Nacional concentra en la capital del estado a los elementos del 36 batallón ubicado en el vecino estado de Veracruz. En otras palabras, están tendiendo un cerco político y desinformativo alrededor del movimiento popular oaxaqueño, con la finalidad de aislarlo y finalmente derrotarlo.
Además de lo peligroso que resulta esta vía para enfrentar la crisis política oaxaqueña, por el riesgo de llevar al estado a un baño de sangre, tiene un problema de origen: ignora las causas
profundas del conflicto, para convertirlo en un teatro en donde los partidos políticos y los grupos de interés que actúan detrás de ellos pueden seguir ajustando sus cuentas pendientes y ya que logran acuerdos volver a la rutina, como si nada pasara. Nadie que conozca un poco la situación social, económica y política del nestado puede negar el hartazgo de la población, sobre todo los pueblos indígenas, por la explotación su fuerza de trabajo y sus recursos naturales, sumiéndolos en la más profunda pobreza; la antidemocracia y el autoritarismo que permea las instituciones gubernamentales y sus prácticas, que generan un clientelismo
voraz alrededor de los programas gubernamentales; la farsa de la división de poderes, porque todos se someten al Ejecutivo en turno, al grado de que la mayoría de los jueces actúa por
consigna, entre otros problemas. Todo esto parece que nada significa frente al interés del PRI y del PAN de llegar a arreglos que les permitan usufructuar el poder político del estado por lo menos en los próximos seis años, como si fuera de su patrimonio.
La APPO puede no tener la suficiente pureza política que muchos reclaman para reconocer lo justo de su lucha, pero goza de varios atributos que no veíamos en muchos movimientos populares del estado desde hace por lo menos 30 años, cuando otro movimiento popular echó por la fuerza a otro gobierno tan represor como el actual: en ella concurren diversos actores que durante los últimos años han enfocado sus esfuerzos a la defensa de los derechos políticos y sociales de la sociedad oaxaqueña, incluidos ayuntamientos constitucionales; sus integrantes han adoptado una estructura horizontal, de tal manera que las decisiones
fundamentales se toman por la mayoría, pero sobre todo han abierto espacios para que los oaxaqueños que así lo deseen expresen sus opiniones sobre cómo resolver el problema. Prueba de ello es el foro por una nueva democracia y gobernabilidad que se realizó los días 16 y 17 pasados, donde se expusieron algunos de los problemas que se mencionan en el párrafo anterior. Ahí mismo los participantes acordaron trabajar por la realización de un nuevo constituyente que sea el principio de la refundación del estado, acorde con las condiciones de la entidad y las necesidades de sus habitantes.
Por eso es preocupante que las señales que se mandan desde el gobierno federal apunten a doblar a los pueblos y organizaciones en lucha. La convocatoria al diálogo que hace la Secretaría de Gobernación, siendo un camino correcto, no puede supeditarse a que no haya condiciones, pues para que tengan resultados se requiere que se fijen las condiciones, las reglas y los temas del diálogo; pero tampoco es correcto llamar al diálogo al tiempo que se coloca al Ejército al alcance de la parte a la que se llama a dialogar, como diciendo que no hay otra opción. Si el gobierno en realidad quiere contribuir a que el estado de Oaxaca vuelva a la
paz, debería tomar más en serio el problema: adoptar medidas para que cese la represión contra quienes participan en el movimiento; restituir las garantías constitucionales; fijar con la APPO las reglas de la negociación; negociar con quien tenga que hacerlo la salida del actual gobernador y la llegada de otro que pueda ser interlocutor de todos los actores políticos, y promover condiciones para pactar el programa del nuevo gobierno, que por naturaleza debe ser transitorio. Lo otro es como prender leña al fuego, y ni el país ni el estado están para eso. En el mejor de los casos podrán someter al movimiento, pero tarde o temprano volverá a brotar.
Francisco López Bárcenas es un abogado mixteco, autor entre otros libros de Muerte sin fin: crónicas de represión en la Región Mixteca oaxaqueña. Este artículo fue originalmente publicado en el diario mexicano La Jornada, el 27 de agosto de 2006.

3) Adelfo Regino Montes* : Entre el dolor y la esperanza

Oaxaca, nuestro estado libre y soberano, tal como fue definido por el movimiento de la Independencia en el año de 1823, como en algunos otros momentos de su historia, está al borde de una guerra civil. Esta dolorosa situación es producto de las agresiones e injusticias a que hemos sido sometidos diversos sectores de la sociedad oaxaqueña, en particular los pueblos indígenas, por un régimen político y económico que ha privilegiado sus propios intereses, muy por encima de los reclamos y las aspiraciones comunes de las mayorías.

No debería ser así. Ningún pueblo, ninguna sociedad, busca por deseo espontáneo el levantamiento o la confrontación con las autoridades establecidas. Pero la indignación y el hartazgo contra las sistemáticas injusticias de las autoridades permiten, incluso justifican, la necesidad de una rebeldía, civil y pacífica, como ahora lo estamos viendo y viviendo en Oaxaca.

Antes del recordado 14 de junio, fecha en que la policía del gobierno estatal intentó desalojar a los maestros del zócalo capitalino, las calles del Centro Histórico eran permeadas por las demandas magisteriales, en particular el tema de la rezonificación, como parte de la rutina anual del magisterio democrático oaxaqueño. Con el intento de desalojo, el gobierno estatal mostró su verdadero rostro de violencia, tal como impunemente lo han venido haciendo en nuestros pueblos indígenas para tratar de acallar las demandas de autonomía y justicia.

Ante este hecho atroz, los habitantes de la ciudad y del campo salieron de sus casas para decir no a la violencia. La violencia oficial e impune fue la gota que derramó el vaso en un contexto de agravios acumulados. Fue la violencia el talón de Aquiles de un gobierno que se dedicó a promover el encono y la confrontación entre hermanos y pueblos. Así fue como ellos mismos crearon el escenario de ingobernabilidad que ahora parece ahogarnos a todos.

Desde entonces en Oaxaca hay la suficiente claridad para decir que ninguna persona puede usar la violencia, sea verbal o física, como método de gobierno. Y quien quiera usarla se descalifica a sí mismo como gobernante. Y este es quizá el argumento más contundente para que el gobernante oaxaqueño que haya recurrido a la violencia renuncie al poder que ya no tiene, o en su caso intervengan las autoridades federales, en particular el Senado de la República, para que declare la desaparición de los poderes estatales y nombre un gobierno provisional. Lo anterior no como una condición, sino en ejercicio de un derecho ciudadano y en atención a las responsabilidades que la Constitución señala.

Sin embargo, los oaxaqueños no debemos quedarnos sólo con la destitución del gobernante en mención. Como atinadamente lo ha propuesto un numeroso colectivo de autoridades indígenas y representantes de organizaciones de la sociedad civil que participan en la Asamblea Popular del Pueblo de Oaxaca, hace falta un nuevo pacto social, que refleje las demandas y las aspiraciones de los diversos sectores y pueblos de Oaxaca y reconstruya el tejido social que hasta ahora ha sido dañado por el régimen político y jurídico imperante.

Fundados en este nuevo pacto social, debería revisarse la ya muy gastada y rebasada normatividad jurídica oaxaqueña, para dar paso a una nueva Constitución y a nuevas leyes que rijan la vida colectiva, en un marco de respeto a la pluralidad y a la diversidad que caracteriza nuestra entidad. En este contexto habría que instituir una nueva forma de gobierno, tal como lo establece el artículo 27 de la actual Constitución del estado, y sobre todo revisar la relación con la Federación, tomando en cuenta que muchos de los cambios que se demandan requieren de transformaciones en el ámbito nacional.

Frente a la intransigencia y la represión que peligrosamente se han desatado en Oaxaca, el método para hacer posible este nuevo pacto social es el diálogo. No hace falta más derramamiento de sangre, ni más confrontación con el otro, para entender que se necesita una verdadera voluntad política de diálogo que vaya más allá de la demagogia. Este diálogo, a fin de que no esté sujeto a los vaivenes de las partes, necesita ser regulado por unas normas mínimas, que determinen las bases, la agenda, la metodología y los procedimientos necesarios para atender de manera justa y digna las demandas y aspiraciones de los oaxaqueños. Particular atención habrá que prestar a los mecanismos de seguimiento y exigibilidad de los acuerdos pactados, a fin de que no queden, como ha sucedido en otros casos, en el incumplimiento por alguna de las partes.

Paradójicamente, pese al momento difícil en el que estamos ahora, en Oaxaca se pueden estar poniendo los primeros cimientos hacia la construcción de un nuevo país. México vive momentos cruciales en que no bastan los cambios superficiales, sino que se requieren transformaciones sustantivas que trasciendan las cuestiones coyunturales y atiendan de manera profunda las justas exigencias de democracia, libertad y justicia que estamos planteando diversos sectores y pueblos. En esta lucha, todos estamos llamados a aportar nuestro grano de arena, y los oaxaqueños tenemos la esperanza de que las semillas que ahora estamos sembrando sirvan para que el día de mañana México tenga un nuevo amanecer.

Adelfo Regino es un abogado mixe especialista en derecho indígena, integrante de Servicios del Pueblo Mixe. Este artículo fue originariamente publicado en el diario mexicano La Jornada el 27 de agosto de 2006.

4) Subcomandante Marcos: Palabras de la Comisión Sexta del EZLN para el SEGUNDO ENCUENTRO INDÍGENA PENINSULAR.- Candelaria, Campeche, México, Agosto del 2006.
Compañeras y compañeros:
Agradecemos a la Coordinación Indígena Peninsular y al Congreso Nacional Indígena el que nos hayan dado un lugar en este encuentro.
También agradecemos a los compañeros y compañeras de Candelaria, Campeche, por ser la sede en donde se encuentran y caminan nuestras palabras y pensamientos.
Ésta es nuestra palabra como indígenas zapatistas que somos, no sólo saludando la raíz maya que nos une a los pueblos indios que dignifican los suelos y cielos en Quintana Roo, Yucatán y Campeche. 
También con la gran raíz que nos hace uno con todos los indígenas de nuestro país.
Si antes en el Congreso Nacional Indígena habíamos encontrado a la dignidad indígena que con diferentes lenguas, culturas y modos, lucha por nuestros derechos, ahora en la Otra Campaña hemos encontrado a más pueblos indios y a otras compañeras y compañeros que son quienes son abajo y a la izquierda.
Nuestra causa como pueblos indios se mantiene viva y presente gracias, entre otras cosas, a los compañeros y compañeras del Congreso Nacional Indígena, especialmente los pueblos indios de la región Centro Pacífico.
Con ellos hemos entrado en este nuevo paso que busca construir una nueva forma de hacer política, anticapitalista y de izquierda, levantar un programa nacional de lucha y una nueva constitución, y que llamamos la Otra Campaña.
En este movimiento estamos aprendiendo a decir compañera y compañero al obrero y la obrera, al campesino, al estudiante, al maestro, a la mujer adulta, joven y niña, al anciano, al niño, al empleado, al artista, al intelectual, al religioso comprometido, al diferente en su preferencia sexual, al joven, a muchas personas que son despojadas, explotadas, despreciadas y reprimidas por un sistema que ha hecho del dinero su ley y de la simulación su
doctrina.
Diferentes como somos, hemos encontrado una igualdad al buscar y encontrar al responsable de nuestros dolores: el sistema capitalista.
Nuestras luchas particulares no se han perdido, han crecido no sólo porque unieron su coraje a otras, también porque establecieron quién es el enemigo y decidieron enfrentarlo.
Nuestra lucha por la libertad, la justicia y la democracia sabe ya que no son posibles en el sistema que se ha impuesto a sangre y fuego en nuestro país.
La libertad que les ha sido arrebatada a nuestras compañeras y compañeros presas y presos de Atenco, y a los cientos de presos y presas, desaparecidos y perseguidos políticos en nuestro país.
La justicia que se le niega al pueblo oaxaqueño que, en la Asamblea Popular del Pueblo de Oaxaca, demanda la salida del mal gobernante Ulises Ruiz.
La democracia que se convirtió en fraude y burla descarada en las pasadas elecciones presidenciales, y que está a punto de convertirse en la tumba de la vía electoral.
Quienes estamos en la Otra Campaña buscamos construir otra libertad, otra justicia y otra democracia.
Sabemos que para eso debemos destruir el sistema capitalista y buscar, juntos, otro país.
En el trayecto, hemos de construir también nuestro espacio como diferentes, defendiendo nuestra identidad e historia.
Como pueblos indios que somos esta construcción no puede dejarse de lado o subordinarla.
Tiene su propio paso, su propia lógica, su propio destino.
Así lo hemos visto dentro de este gran movimiento, donde algunas personas siguen sin ver nuestra diferencia y la de otros y otras, y quieren imponer su visión y su decisión.
Así que, lejos de los medios de comunicación y de los asuntos «importantes» para allá arriba, dentro de la Otra Campaña seguimos avanzando como pueblos indios, nos reunimos, nos encontramos, hacemos nuestros acuerdos y vamos construyendo una identidad, la nuestra, dentro de la Otra Campaña y de nuestro país.
También, como zapatistas, seguimos abriendo el corazón y el oído para el pensamiento de quien con nosotros lucha.
Sin hacer bulla, nuestro oído recoge palabras de diferentes suelos y realidades, pero todas de abajo, de izquierda.
Con ese pensamiento compañero estamos preparando nuestros siguientes pasos.
Este encuentro de pueblos indios, ahora en las tierras mayas de la península, es parte de este proceso que caminamos.
Y aquí está nuestra palabra.
Mientras arriba el ruido y la prisa de los poderosos tratan de imponer otra vez a un mal gobernante, entronándolo con la mentira y el desprecio.
Mientras se dice y repite que sólo cuenta la mirada y la voz que hacia arriba apuntan.
Mientras se difunde entre corazones buenos y nobles que nada importa si no sigue al movimiento que a estar arriba aspira.
Mientras por todos lados se compra y consume la mentira que impide la mirada crítica y el análisis profundo.
Mientras se vuelve a olvidar el color que somos quienes somos el color de la tierra, incluso por aquellos que dicen buscar el bien de todos.
Mientras allá arriba se miran entre ellos y entre ellos nadie se escucha.
En estos tiempos de ruido y confusión, vuelve la palabra que somos a encontrarnos con los que son como nosotros.
Nosotras, nosotros, las zapatistas y los zapatistas del EZLN, sabemos junto con ustedes que el mañana se pare en la noche, en el silencio, en la sombra.
Sabemos que la gran sostenedora del mundo, la Ceiba, la madre, tiene sus raíces en lo de abajo, en lo profundo, en lo que no se ve; y que de ahí se levantan y sostienen el mundo y los cielos que se ven y admiran.
Y así es nuestro pensamiento.
El pensamiento que somos mucho tiempo pasa y camina en nuestro corazón, antes de hacerse palabra y camino que invita a un destino para los que abajo son con nosotros.
Y mucho desespera éste nuestro modo a quienes apura y mueve el ruido de arriba.
Si no caminamos a la velocidad y en la ruta de los que arriba son, dicen que no existimos, que caímos, que morimos, que ya no más, que nos equivocamos, que desaprovechamos, que perdimos.
Pero nosotros, nosotras, sabemos que siempre que hemos caminado al ritmo de arriba y hemos buscado un lugar para nuestra palabra entre quienes son el Poder o aspiran a él por el camino que el Poder establece, perdemos.
Sabemos ya que no es arriba, ni en el tiempo ni en el espacio, donde encontraremos lo que buscamos, necesitamos, merecemos.
Aprendimos. Sabemos ahora.
Es con quienes son como nosotros porque son diferentes.
Allá arriba nos ofrecen un camino lleno de luces, prestigio, fama, aplausos, saludos de quienes tienen como trabajo el pensamiento y la palabra.
Pero ese camino no va a dónde nosotros queremos ir.
Si lleva a otro lado, ¿por qué habríamos de sumar nuestro paso al de otros, por muchos que sean esos otros, en el camino que arriba trazan?
Aprendimos. Ahora sabemos.
El lugar en donde nuestro paso encontrará libertad, justicia y democracia, no existe.
Tenemos que crearlo.
Y tenemos que hacerlo con otros diferentes en su dolor y su historia, pero igualados por el que nos roba y oprime, el que nos desprecia y explota.
Y en ese lugar tiene que estar el color que somos de la tierra con su propio paso, con nuestro modo.
Compañeras y compañeros:
Aquí, en estas tierras mayas, recordamos a la Ceiba madre y la historia del pensamiento que en su cuerpo se abraza. Y la contamos con las palabras de quien fue jefe nuestro y que llevó en la sangre la dignidad de los indígenas mayas. Ésta es…
La historia del Pensamiento.
Contaban los más antiguos de nuestros ancestros, los ancianos sabedores de nuestros pueblos, que los más grandes dioses, los que nacieron el mundo y lo echaron a andar para que luego fuéramos nosotros quienes lo camináramos, habían dejado todo sin terminar.
Y no lo hicieron así porque fueran holgazanes o porque se hubieran distraído en la bailadera.
Así era su plan de por sí, porque los mundos terminados y completos son los que de arriba imponen quienes hicieron dios al dinero y sacerdotisa a la estupidez humana que cada tanto, como ahora, con la mentira se hace gobierno.
Así que fueron muchas las cosas que quedaron pendientes en el mundo primero que hicieron los dioses más de antes, los que nacieron el camino.
Se dice, por ejemplo, que el pensamiento no se nació en los dioses.
O sea que el pensamiento no nació así como ahora lo conocemos, sino que apenas fue una semilla que quedó ahí para que la tomara el que fuera y la naciera y le diera forma y modo y camino y destino.
Y fueron entonces muchos los pensamientos que desde entonces se nacieron. Y no sólo uno o unos cuantos, sino que tantos como colores fueron pintando el mundo en el que fuimos y somos.
Y así está, por ejemplo, el pensamiento de que sólo importa uno o una, que el colectivo no vale, no cuenta, que hay que buscar el bien individual aunque sea a costa del mal colectivo.
Y éste es el pensamiento que ahora manda y es gobierno y verdad impuestos en nuestras tierras indias.
Y éste es el pensamiento que busca exterminarnos como lo que somos y trata de convertir en mercancía nuestra historia, nuestra cultura, nuestra tierra, nuestra dignidad.
Pero este pensamiento se viste con muchas ropas que engañan, que esconden su maña.
Y a veces se viste con ropa de libertad, y miente.
Y a veces con vestido de justicia, y miente.
Y a veces con manto de democracia, y miente.
»Igualdad» dice el que está arriba porque con nuestro dolor se enriquece.
Y la libertad que promete es la que busca para comerciar con nuestra sangre.
Y la justicia que defiende es la que lo deja sin castigo y persigue al que abajo no se rinde.
Y la democracia que proclama es la de la resignación frente a los diferentes rostros del mismo Poder que nos roba, nos explota, nos desprecia y nos persigue.
Pero hubo y hay otro pensamiento.
El pensamiento que sabe que no es igual el que arriba vive de nuestra sangre y el que abajo hace andar el mundo con su trabajo.
El pensamiento que conoce la historia de lucha que abajo duele.
El pensamiento que busca construir otra cosa, otro mundo.
El pensamiento que no se conforma con lo que los ojos ven y oyen los oídos, sino que empieza a mirar y a escuchar lo que no aparece ni sonido tiene.
El pensamiento que anima a nuestras compañeras y compañeros presas y presos de Atenco, y con el que resisten a la injusticia y al olvido.
El pensamiento que enarbolan nuestros compañeros y compañeras de Oaxaca, que luchan por librarse del mal gobierno que los oprime.
El pensamiento que camino se hace en quienes han hecho suyo una nueva forma de hacer política que ni mira ni aspira ni suspira por el arriba que nos desprecia.
El pensamiento que como pueblos indios y como zapatistas del EZLN luchamos.
Compañeras y compañeros:
La leyenda indígena maya que cuenta que la Ceiba madre, la sostenedora del mundo, hunde sus raíces en el inframundo y sobre esa fuerza levanta y sostiene los cielos, no sólo mira hacia la historia que fuimos, también apunta hacia lo que somos y seremos en el mañana que nuestro paso y el de otros tiene.
Como zapatistas que somos, como pueblos indios de raíz maya, como compañeras y compañeros de lucha, saludamos las palabras y las historias que aquí se hablan y encuentran.
Y aquí decimos:
El mañana de libertad, justicia y democracia que necesitamos y merecemos, tendrá el color que somos de la tierra, o no será.
Reciban, compañeros y compañeras, el saludo de nosotros, nosotras, lo más pequeño del mundo que ahora sólo es pensamiento y paso en la sombra, pero que ya asoma a otra madrugada, una que desvista de miedo y vergüenza a la mañana.

¡Con los pueblos indios!
¡Libertad para las presas y presos de Atenco!
¡Justicia para el pueblo de Oaxaca!
¡Democracia para el México de Abajo!
Por el Comité Clandestino Revolucionario Indígena – Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional. Por la Comisión Sexta del EZLN.
Subcomandante Insurgente Marcos, México, Agosto del 2006.

¿Democracias que viven en el pantano y no se manchan?

Javier Hernández Alpízar

Hay fraudes más grandes, que no se registran en sus transitologías y teorías de la democracia. Se puede escribir, parafraseando un título de novela de Arturo Azuela: el tamaño del fraude.
Si llamamos fraude al engaño, la mentira, la trampa, el juego sucio, el incumplimiento de las mínimas reglas de ética política, la consigna «Voto por voto, casilla por casilla» se queda corta.
No se limpiará el fraude ni con todo el agua de los océanos, dijo el Rayito de Esperanza. Pero el fraude no es una tinta indeleble en una constancia de mayoría.
Estamos ante el hecho de que todo ese discurso (casualmente, reforzado después de enero de 1994, y financiado con mucho dinero para «estímulos académicos») que nos vendió el dogma de que ya había alternancia en el poder y por ende democracia, que ya estábamos en transición a la democracia, que teníamos una institución ciudadana, y bla, bla, bla… fue un discurso irresponsable y fraudulento:
¿Cómo podíamos hablar de democracia mientras en el país se daba una concentración de la riqueza en cada vez menos manos? ¿Cómo podíamos llamar democracia a ese proceso de oligarquización que comenzó hace ya tanto y que nos llevó a una plutocracia?
¿Cómo podíamos llamar democracia al monopolio de la política por una partidocracia, a la cada vez mayor corrupción que alcanzó a toda la clase política, a la descomposición del PRI y el traslado de sus tumores cancerígenos a los demás partidos: PRD, Convergencia, PT, PANAL y de paso al PAN tomado por el Yunque y convertido en el nuevo Partido de Estado?
¿Cómo podíamos llamar democracia a la destrucción del país, la entrega de la soberanía al mejor postor, con firmas más comprometedoras que la venta de la Mesilla en el TLCAN, en el TLCAN Plus, en los planes para el ALCA, en el Plan Puebla Panamá, cuya vértebra Coatzacoalcos– Salina Cruz, llamada acertadamente por Marco Rascón la versión actual de los Tratados McLane- Ocampo, figura en el Proyecto Alternativo de Nación del Rayito de Esperanza?
¿Cómo podíamos llamar democracia a la negación constitucional de los indígenas y de sus derechos con la ley Bartlett- Cevallos- Ortega, votada por PRI, PAN y PRD en favor de los latifundistas y en contra de los indígenas, garantizando la concentración de la tierra en pocas manos y la exclusión de las formas indígenas de hacer política?
¿Cómo podíamos llamar democracia a la homogeneización de las propuestas políticas de todos los partidos políticos, al grado que a la «izquierda» la representa el liberalismo social salinista, que revivió gracias al equipo compacto salinista que rodea a AMLO?
¿Cómo podíamos llamar democracia a una cara pasarela de candidatos derrochando dinero sin propuestas, al grado que los electores ya no votan por uno u otro partido sino por una cara, una persona?
¿Cómo podemos llamar democracia al juego de apoyar a un hombre deslindándose de su partido, poniéndolo en una esfera de pureza blindada a prueba de toda realidad y de las incómodas presencias que le rodean: sea FECAL rodeado del Yunque, de Elba Esther Gordillo, del PRI, del PAN o sea el Rayito de Esperanza rodeado del PRD, Convergencia, Juan Sabines, Dante Delgado, Muñoz Ledo?
¿Cómo podemos llamar democracia al «pluralismo» partidario donde los partidos se ponen de acuerdo para aprobar las leyes que favorecen a la derecha: Ley Bartlett Cevallos Ortega, Ley Monsanto, Ley Televisa?
¿Cómo podemos llamar democracia a un sistema que está de acuerdo en la represión y la aplaude al unísono, como hizo con el operativo de guerra sucia del 4 de mayo en Atenco, y la complicidad explícita o silenciosa de todos los partidos y todos los candidatos?
¿Cómo podemos llamar democracia a un statu quo tal que a pesar de que los oaxaqueños piden que se vaya Ulises Ruiz, lo mantienen «las instituciones», o donde la competencia electoral en Chiapas es entre la oligarquía represiva contrainsurgente representada por la alianza táctica PRI – PAN y la oligarquía represiva contrainsurgente representada por la alianza táctica Sabines- PRD?
¿Cómo podemos llamar democracia a un sistema en el cual los electores de un presidente son aproximadamente el 15 por ciento de la población, mientras el resto no votó por él o votó contra él?
¿Cómo podemos llamar democracia a un proceso electoral viciado de punta a rabo, con cifras infladas no sólo para dar el triunfo a alguien, sino para aparentar más votación de la que realmente hubo, y donde quienes votaron estaban totalmente desinformados de por quién votaron?
¿Cómo podíamos hablar de democracia en un sistema en donde los millonarios gastos de campaña de todos, ganadores y perdedores, incluido el triunfo de Fox en 2000 y los de los gobernadores de los estados, no hay poder humano que nos pueda decir de dónde salió el dinero, quiénes lo costean y a cambio de qué (aunque la unanimidad al votar contra los Acuerdos de San Andrés y en favor de Monsanto y Televisa nos dan una pista de quién fue)?
¿Cómo podíamos hablar de democracia en un país en donde a la par de la miseria, la expulsión de población trabajadora, el crecimiento de enfermedades que se creían erradicadas, lo que crece exponencialmente son los cuerpos militares, policiacos y como se ha visto en Oaxaca y Chiapas los grupos paramilitares?
¿Cómo podemos llamar democrática a una Convención Nacional cuyo eje es poner a un hombre en la silla presidencial, antes que preguntarle a los de abajo cuál es su pensamiento?
¿Cómo puede llamarse democrático llevar a esa convención como bandera y señuelo a los Acuerdos de San Andrés, cuando son un reclamo que los indígenas ya rebasaron, porque están construyendo una autonomía más amplia en los hechos, a pesar del voto en contra del PRD, a pesar de la contrainsurgencia armada, de la cual forman parte algunos grupos que en Chiapas militan en el PRD y las redes de AMLO y a pesar de la contrainsurgencia de las limosnas para abandonar la lucha, en la cual, antes de la labor de Luis H. Álvarez, cumplía ese juego Dante Delgado, uno de los oradores de los mítines llamados «asambleas»?
Son demasiadas ruedas de molino para comulgar con ellas, a pesar de la excomunión bajo cargo de «sectario», nombre favorito de la Santa Inquisición para llamar a los herejes.
La demolición del país, de su pacto social (por eso todos hablan hoy de hacer nuevos pactos, nuevas constituciones, de refundar la república), de su economía, y sobre todo de su gente, a la que han arrinconado, expulsado, expropiado, le han quitado su soberanía (o se le «permite» sólo por la «mediación» de un partido con registro), se hizo con la complicidad de todos los partidos, incluido el que ahora lucra con ser víctima del fraude, cuando ha sido comparsa de ese juego perverso de negarle a las organizaciones su derecho a hacer política, aun sin partido ni electorerismos.
Una posible respuesta práctica está en Oaxaca. Y el silencio sobre lo que ahí pasa, como el silencio sobre el crimen de estado en Atenco, es un signo seguro de lo que nadie arriba quiere: Una sociedad que camina sobre sus pies, sin caudillos, ni siquiera de izquierdas.
Cuando la sociedad se mueva sin perder la memoria de todas las traiciones que han cometido contra ella todos los partidos y sus profesionistas en mandar, entonces los caminos de abajo, de la otra campaña, de la Asamblea de Popular del Pueblo de Oaxaca, de la gente que sobreviva a las traiciones del PRD y Convergencia que ya se vislumbran, tal vez puedan hacer juntos algo más que nombrar a la represión y a los represores, pero con todos sus nombres, sin el temor neoestalinista de: «no es el momento de criticar, porque es darle armas al enemigo».
Un solo ejemplo: ¿quién ha criticado el triunfo de Juan Sabines en Chiapas con apoyo del PRD y de AMLO?, se pueden contar los críticos con los dedos de la mano, los demás siguen la disciplina de la Nomenklatura.

A tres años A tres años de los Caracoles zapatistas

Por Gloria Muñoz Ramírez, La Realidad, Chiapas   
28 de agosto de 2006
Se consolida la autonomía
El territorio zapatista se antoja inmenso. Tan sólo en esta región, una de las cinco grandes zonas con presencia rebelde en Chiapas, se camina la Selva Lacandona atravesando valles, ríos y montañas, la zona fronteriza con Guatemala, una parte de la Costa y la Sierra Madre de Chiapas; la famosa laguna de Miramar, los lagos de Montebello, los ríos Jataté, Perla y Aguazul, entre otros; la cañada del Euseba, el camino de Margaritas a San Quintín, la zona de Montes Azules, y diversos territorios en los municipios oficiales de Comitán, Comalapa, Motozintla, Huixtla, Tapachula y Siltepec.
Los zapatistas están, como reconoció un gobernador en campaña tras decenas de giras por el estado, «hasta debajo de las piedras».
Hace tres años el EZLN inauguró cinco Caracoles, espacios de encuentro político y cultural que serían las sedes de igual número de Juntas de Buen Gobierno, estructuras creadas para construir la autonomía en los hechos, siguiendo un proceso que arrancó en diciembre de 1994, cuando los zapatistas anunciaron su propia geografía estatal con la demarcación de 38 municipios autónomos. Tres años después es momento del cambio de gobierno y de que rindan cuentas.
El Caracol Madre de los Caracoles del Mar de Nuestros Sueños, mejor conocido como Caracol de La Realidad, abarca los municipios San Pedro de Michoacán, Libertad de los Pueblos Mayas, General Emiliano Zapata y Tierra y Libertad. Otros cuatro Caracoles tienen su sede en las comunidades de La Garrucha (zona selva tzeltal), Roberto Barrios (zona Norte), Oventic (zona de Los Altos) y Morelia (zona tzots choj).
Observar el trabajo en sólo una de estas zonas permite dimensionar el tamaño de la organización de todo el territorio donde se extiende la autonomía.
El esfuerzo más grande de este movimiento está en manos de las comunidades, base de apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), que son el corazón y la columna vertebral de esta lucha, como los definió el propio subcomandante Marcos. Los pueblos son quienes han avanzado más, y más han aprendido. Ellos le dan sentido y horizonte al complicado quehacer autónomo. Representan también la posibilidad real de que otro mundo es posible, de que se puede enfrentar la voracidad del capitalismo y resistir sin traicionarse.
Todos coinciden en que son muchos los problemas. Esta entrevista, por ejemplo, no pudo realizarse en la sede del gobierno autónomo debido a que el Caracol está cerrado hace más de tres meses, respondiendo a la Alerta Roja acordada en solidaridad con los 27 presos políticos de San Salvador Atenco y La Otra Campaña. La lucha zapatista, este mundo autónomo en construcción, no es un territorio aislado. Es parte del EZLN y camina también con la Sexta Declaración de la Selva Lacandona.
 
Robin tiene 27 años y se integró a la organización zapatista en 1986. Hace veinte años. «No conozco otra vida más que ser zapatista. En la lucha pues», afirma el responsable de la educación y el comercio dentro de la Junta.
La propaganda oficial difunde que los pueblos indígenas rebeldes están igual o peor que antes, pero la educación autónoma, «la que nace de los pueblos» muestra una realidad diferente. Hay 52 nuevas escuelas en esta zona que comprende 125 comunidades en cuatro municipios. Se imparte educación en un mayor número de poblados, pues también hay clases donde no hay escuela. Un techo de nylon, una casita particular o la sombra de un árbol sirven como cobijo para que niños y promotores continúen el proceso.
Se han formado 363 promotores de educación, jóvenes hombres y mujeres que reciben capacitación para dar clases en sus pueblos. Únicamente están trabajando 147: 131 hombres y 16 mujeres. Un total nada despreciable de 1 726 alumnos zapatistas reciben clases autónomas. Es notable el equilibrio entre niños y niñas: 884 niños y 842 niñas. Las siguientes generaciones, sin duda, serán diferentes.
Con todo, sigue existiendo un déficit en educación, pues cerca del 30 por ciento de los poblados no cuentan ni con escuela ni con promotores. Esto se debe, explica Robin, a que hay comunidades con muy pocas familias, como en Río Azul donde sólo hay una familia zapatista en la comunidad. También se debe a la falta de organización del pueblo, o a que el promotor se va a hacer otro trabajo, o de plano se va al otro lado, a Estados Unidos.
¿El sueño de la educación? «Lograr nuestra universidad autónoma. En esa universidad se van a formar compañeros para seguir haciendo los trabajos de la autonomía, los trabajos que necesite el pueblo. Sería una universidad para la misma lucha. Lo vamos a tener de por sí».
Otra área que coordinó Robin en este periodo fue el comercio, impulsando el desarrollo de tres grandes bodegas de abasto, una en Betania, otra en Veracruz y una más en Tierra y Libertad. Son bodegas de abarrotes y ferretería para abastecer a los cientos de tienditas de toda la región.
 
La salud autónoma en las comunidades en resistencia enfrenta la formación de promotores de salud, construcción y equipamiento de clínicas y casas de salud, abastecimiento de medicinas, control preventivo, campañas de vacunación, cirugías y mil retos más. Nayeli enumera la larga lista de obstáculos y problemas que trae consigo el sistema de salud autónoma, pero, orgullosa, asegura que «ya no es lo mismo de antes. Hay mucho esfuerzo de parte de las comunidades y de los promotores y ya casi ningún zapatista se muere de enfermedades curables como la diarrea o la calentura».
Aquí, la capacitación de promotores de salud comenzó en 1995, sin recursos. Hoy cuentan con un hospital, tres clínicas y 98 casas de salud comunitarias atendidas por un total de 127 promotores de salud. Las casitas de salud a veces son de ladrillos y techo de lámina; otras veces son una pequeña mesa con su botiquín en un rincón de la casa del promotor. El pueblo coopera para las medicinas del botiquín y para mantener a su promotor, sobre todo cuando toma algún curso.
Hay promotores sin casa de salud. Y hay comunidades que no tienen promotores, mientras otras tienen tres y hasta cinco promotores. Depende de la organización y compromiso de cada comunidad.
Nayeli trabaja uno de los proyectos más estimulantes para la gente de esta zona, principalmente para las mujeres. «Son cursos de yerberas, hueseras y parteras, que ya cuentan con su casa de capacitación dentro del Caracol», dice.
¿La meta? «Que no haya más enfermedad, ni desnutrición, que las mujeres embarazadas no tengan anemia, que los niños crezcan sanos…Falta mucho», finaliza.
 
La vida le cambió totalmente a Nayeli, la única mujer de la Junta de Buen Gobierno, responsable del área de la salud. «Antes no pensaba yo que me nombraran para este trabajo, pero en el momento en que el pueblo me eligió, me puse a trabajar. Hoy hay un cambio en mi vida. Soy una mujer participando, haciendo trabajos. Me siento contenta que ya estoy al final del periodo que nos tocó. Claro que el trabajo fue difícil, alejados de la familia y todo eso, pero aún así ahí estuvimos.»
Soltera, sin la presión de tener que cuidar hijos y esposo mientras cumple su turno en la Junta, Nayeli es categórica: «Una cosa es tener el derecho y otra cosa es usarlo. Hace falta que las mujeres mismas lo entendamos y la tarea como Junta es buscar a las mujeres para que participen. Pero la verdad es que luego no nos sale, porque ellas sienten pena porque a lo mejor no pueden hacer el trabajo, porque no saben leer o escribir o hablar el español. Pero ahí estamos dísele y dísele que de por sí no todos sabemos leer y ahí lo aprendemos. Es difícil dejar las costumbres».
«Hace falta» –dice– «que los hombres empiecen a hacer trabajos que hacen las mujeres como cambiar a los niños, barrer las casa, tortear, lavar la ropa de él y de los niños y de su esposa, cuidar los pollos y así muchas cosas que sólo hacen las mujeres. Si ellos apoyan así, pues las mujeres van a tener más tiempo para la política».
 
Doroteo es el presidente de la Junta de Buen Gobierno y el encargado de las finanzas que maneja directamente la Junta, del dinero que llega por canales directos, sin pasar por mediaciones o registros fiscales. «Desde un principio pensamos necesario que alguien maneje los recursos, aunque la verdad no teníamos nada», explica irónico Doroteo. Después empezaron a llegar los grupos solidarios con donaciones para salud, educación y mantenimiento de la Junta, entre otras cosas.
«Nosotros hemos aprendido mucho de la gente y los colectivos que han llegado, de sus luchas y su organización. La gente no sólo viene y dice ‘traigo tanto dinero’. No, nos dice, ‘fíjense que allá en nuestro país hacemos esto, luchamos así. Juntamos el dinero de esta manera’. Así nos vamos relacionando con ellos. Nosotros les preguntamos cómo se organizan, cómo luchan y trabajan. Hemos aprendido que hay diferentes modos, que no es igual en Italia que en Argentina. Conocemos y aprendemos de lo que nos platican».
En tres años de gobierno, la Junta reporta un total de donaciones directas de 5 091 942.40 pesos, mismos que se distribuyeron en diversos proyectos, desglosados de manera pormenorizada en los informes anuales y en el trianual. Esta cantidad es independiente del dinero que ha entrado a través de organizaciones intermediarias, y fue utilizada principalmente para reubicar a los desplazados de Montes Azules y para atender a los damnificados zapatistas por el huracán Stan.
¿La autonomía depende de los recursos solidarios, depende del exterior? «No» –responde tajante Doroteo– «pero sí agradecemos mucho su apoyo. Si no tuviéramos esos recursos de todas maneras nos moveríamos. En ningún momento pararíamos el trabajo. Pero insisto en que sí ha sido importante y lo agradecemos mucho».
La fuerza de la autonomía, explica, «está en el pueblo y son ellos los que se sienten acompañados y apoyados por ese respaldo solidario».
 
Uno de los grandes retos de estos tres años ha sido la separación de los gobiernos autónomos y democráticos de los mandos militares y el Comité Clandestino. De por sí, relata el presidente saliente de la Junta, «tuvimos nosotros que aprender a desarrollar con los pueblos estos trabajos. Al principio les pedíamos ayuda y después poco a poco nos fueron soltando, pero eso no quiere decir que no los mantenemos informados. No porque ellos nos lo pidan, sino porque de por sí hay un respeto. Además ellos también tienen mucho trabajo político que es muy importante para nuestra organización».
 
En cuanto a los asuntos agrarios, Fabián, el joven encargado de esta área, refiere innumerables problemas por disputa de tierras entre priístas y zapatistas y entre priístas y priístas, entre gente que no es de la organización. En todos los casos, relata, se trató de llegar a acuerdos dialogando, pues siempre se evitó la provocación.
El problema más grave que enfrentaron fue en la Reserva de la Biósfera de Montes Azules, donde las comunidades zapatistas fueron amenazadas de desalojo. La Junta habló con los afectados y ellos fueron los que decidieron su permanencia o no en ese lugar. «Hicimos el traslado de 179 compañeros a otras zonas y fortalecimos a los que se quisieron quedar, como en Nuevo Limar. Hace apenas cuatro meses reubicamos otros 25 compañeros de Las Canoas: éste fue uno de los problemas serios que tuvimos que resolver».
Y un problema más, de otra índole pero igualmente grave, fue el de la zona zapatista afectada por el huracán Stan en la Costa y en la Sierra. «Afortunadamente recibimos apoyo de mucha gente y pudimos sacar la situación adelante. Recibimos 1 079 888.50 pesos de los grupos solidarios. A ellos y ellas les agradecemos mucho, pues gracias a eso estamos construyendo 39 viviendas nuevas para los 259 damnificados zapatistas de la Costa.
 
Los caminos de la selva, la costa y la sierra de Chiapas ven circular diariamente los vehículos registrados por la Junta de Buen Gobierno. Dos grandes calcomanías en las portezuelas los delatan. Su paso ya se hizo costumbre. Rolando es comisionado de control vehicular y reporta que en tres años de gobierno la Junta registró un total de 188 unidades de transporte, la mayor parte de ellas pertenecientes a los propios zapatistas.
Camiones de carga, triciclos que funcionan como taxis en la Costa, lanchas, automóviles, taxis particulares y microbuses se encuentran en su detallada lista. También se ha encargado él de estudiar con los pueblos las solicitudes de desvío en los caminos. «Si la comunidad dice que sí, pues se les deja trabajar, pero si dice que no, pues no se hace», explica Rolando.
La comisión de «otros proyectos» también le corresponde a esta autoridad de origen tzeltal. Potreros, tiendas cooperativas de mujeres, equipamiento de la Junta, formación y capacitación de los consejos municipales, apoyo a salud, educación y comercialización y el proyecto de radios comunitarias, entre otros, son algunas de las tareas en las que también se trabajó durante este periodo.
 
Robin afirma que «la autonomía zapatista ya nada ni nadie la para, ni siquiera nosotros mismos», con la seguridad y la confianza de quien ha vivido los avances, pero sobre todo los tropiezos y los miles de problemas y retos que conlleva gobernarse a sí mismos y ser dueños de su propio destino.
Fabián advierte: «El gobierno ya de por sí ha intentado muchas veces destruirnos, pero lo que consigue es que el pueblo se organice cada vez mejor. Aunque con sus problemas, que esos nunca faltan».
Fabián acaba de cumplir 21 años. Ingresó a la primera Junta de Buen Gobierno con apenas 18. Tiene 15 años de ser zapatista y, sonriente tras el paliacate, asegura: «Cuando se aprende que uno decide su destino eso ya no vuelve para atrás». Ante esta declaración una no puede dejar de pensar que justo en ese momento pero en otro lugar, en Oaxaca, el gobierno estatal en complicidad con el federal intenta destruir a balazos uno de los levantamientos populares pacíficos más importantes de los últimos años.
Los últimos tres gobiernos federales encabezados por Carlos Salinas, Ernesto Zedillo y Vicente Fox, intentaron en diferentes momentos aniquilar la organización zapatista.
Fabián recuerda las ofensivas militares de febrero de 1995, la matanza de Acteal en 1997, los desmantelamientos de las oficinas de los municipios autónomos y las incursiones militares en Chavajebal y Unión Progreso en 1998, la reactivación de grupos paramilitares, la militarización de la zona, la persecución, la muerte y el hostigamiento permanente; los innumerables programas asistenciales para dividir a las comunidades. Nada sirvió.
Hoy el recuento de casi trece años de lucha pública y tres años de gobierno autónomo hablan de un proceso irreversible. El próximo presidente de la República, quien sea, tendrá que lidiar con ellos.

Meraz coincidencias. Transgénicos y Bioseguridad en México

Por Silvia Ribeiro *

Cuando los violentos hablan de paz, y los fraudulentos de legalidad y rectitud, quizás no sorprenda que los encargados de la «bioseguridad» en México llamen a experimentar con maíz transgénico en la propia cuna del maíz. Esto es lo que demanda Marco Antonio Meraz, secretario ejecutivo de la Comisión de Bioseguridad y Organismos Genéticamente Modificados (Cibiogem), que reconoció ante la prensa que hay «presiones de las empresas trasnacionales». Como según el funcionario los transgénicos son «inevitables», la solución, afirma, sería desarrollar semillas transgénicas propias. (Angélica Enciso, La Jornada 14/8/06).
Al parecer, para este doctor en biología molecular, la bioseguridad es un problema de nacionalidad, y si el maíz transgénico fuera manipulado en laboratorios mexicanos, las abejas y el viento se abstendrían de cruzar el polen transgénico con el maíz campesino y no se provocarían, por ejemplo, deformaciones como las que han encontrado los campesinos en el grano nativo de Oaxaca y otros estados, o no podrían provocar alergias, como las que se han comprobado en campesinos de Filipinas.
Seguramente Meraz conoce lo que implica desarrollar semillas transgénicas propias: Cinvestav (Centro de Investigación y Estudios Avanzados), institución a la que él pertenece, ha trabajado desde 1991 en el desarrollo de papas transgénicas. Muy propias, sobre todo por los contratos para tal investigación que la institución firmó con Monsanto. El doctor Meraz tal vez no recordaba en el momento de la entrevista que las mismas cinco trasnacionales que controlan todos los transgénicos sembrados a nivel global, de los cuales Monsanto tiene 88%, también poseen las patentes sobre todos los procesos claves para hacerlos, en cualquier parte del mundo. Hasta ahí llega lo de «propias».
Leyendo su declaración sobre las presiones de la industria, es instructivo recordar que Meraz no se veía muy atribulado cuando representaba a México en la tercera Reunión del Protocolo Internacional de Bioseguridad (Curitiba, Brasil, marzo 2006). Allí trabó por varias horas el debate del plenario final, para asegurar que se diluyera la exigencia de un etiquetado que informara claramente si los embarques de granos que llegan de Estados Unidos a México contienen transgénicos. A la vista de delegados de todo el mundo, se vio claramente cómo Carlos Camacho, presidente de Agrobio México (asociación «civil sin fines de lucro» cuyos miembros son las trasnacionales de transgénicos Monsanto, Dupont, Syngenta, Bayer, Dow), le «explicaba» cual debía ser la posición de México en las negociaciones. O hubo muchísima presión o a Meraz no le molestó tanto, porque representó las posiciones de las trasnacionales terca y apasionadamente, pese a que hasta la presidenta de la sesión de este convenio de la Organización de Naciones Unidas trató de aliviarle la presión, pidiendo a México que retirara sus propuestas de última hora que revirtieron todo el debate anterior que hasta ese momento había concluído a favor de un etiquetado claro y obligatorio. En este contexto, «presiones» es una palabra algo sutil, pero sí, son evidentes.
Cinvestav, de dónde proviene el secretario, también fue -por mera coincidencia, seguramente, ¿o quizá por «presiones»?- anfitrión de la reunión donde participaron selectos miembros de la Cibiogem con las trasnacionales Monsanto y Dupont, para acordar lo que luego presentaron como Plan Maestro de Maíz, justificación científico-empresarial de la supuesta «necesidad» de experimentar con maíz transgénico en México. Experimentación que se realizaría con maíz «propio» y patentado de las empresas Monsanto, Dupont y Dow, pero disimulado al público como experiencias en los campos de instituciones públicas como Cinvestav e Inifap (Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias). Con este marco, se aprobaron a fines del año pasado siete solicitudes de esas empresas para experimentar con maíz transgénico. Las aprobaciones están suspendidas por ahora, gracias a protestas de muchos y a los amparos interpuestos por Greenpeace, porque no cumplían ni siquiera con las exigencias mínimas de la Ley de Bioseguridad, más conocida como Ley Monsanto, que rige el trabajo del doctor Meraz. Siguen pendientes, y tal como declaró el secretario de la Cibiogem, existen presiones para que se retomen. Directamente de las empresas, o a través de agricultores industriales -y hasta de gobernadores- del norte del país, que pagan (o alguien se los paga) desplegados en los medios para pedir que se aprueben las solicitudes «en el marco del Plan Maestro de Maíz». Su pedido es ignorante (desconocen los pobres resultados de este maíz en Estados Unidos y que inclusive aumentará sus costos), pero sobre todo un insulto hacia más de 85% de los campesinos que verían sus semillas contaminadas.
¿Meras coincidencias? En todo caso, lazos demasiados estrechos de quiénes deberían velar por la bioseguridad del país, en lugar de conciliar intereses con quienes la ponen en riesgo. Hay mil razones que muestran que México no necesita transgénicos, mucho menos en maíz, donde constituye una amenaza contra uno de los acervos económicos y culturales más importantes del país. Con los transgénicos se arriesgan justamente las semillas que sí son definitivamente propias, creadas y cuidadas durante miles de años por indígenas y campesinos, donde además están las claves para seguir desarrollando las variedades que necesitamos, sin riesgos para la salud y el ambiente. Ellos son los verdaderos maestros del maíz, cuyas preocupaciones y conocimientos deberían ser oídos y priorizados, en lugar de seguir haciéndole el juego a las pocas empresas que van por el control monopólico de las semillas, en México y en el resto del mundo. http://www.ecoportal.net
* Investigadora del Grupo ETC
Publicado en
La Jornada, México, 19 de agosto de 2006

Ernesto Cardenal y el caracol de la sagrada palabra

Por Mario Casasús

La Jornada Morelos y El Clarín de Chile. Rebelión, 27 de agosto.- Ernesto Cardenal, después de abandonar la Trapa, pasó al monasterio benedictino de Santa María de la Resurrección, en Cuernavaca, México (era 1959, se quedará dos años enclaustrado, escribiendo Reminiscencias de la Trapa, el libro Vida en el amor y el poema El estrecho dudoso).
Mario Benedetti; La Mañana, Uruguay 1961.

Afuera del Palacio de Bellas Artes, la alegría de los campamentos “voto por voto”, la resistencia civil contra el fraude electoral, las proclamas de “te AMLO”; resumiendo, la izquierda se ha tomado las calles de México.

Una sala de conciertos que esquiva el granizo, ni la lluvia impidió que todas las compañeras y compañeros estuviéramos junto al poeta Ernesto Cardenal en la presentación del documental Solentiname (lugar de huéspedes) dirigido por Modesto López, una coproducción de la Universidad Veracruzana y ediciones Pentagrama.

Desde el invierno de 2004 que no veía al poeta Cardenal, hablamos brevemente en Santiago de Chile junto a mi queridísimo amigo Oscar Hahn por el Centenario de Neruda y es que el Nóbel chileno publicó un Epigrama político a Ernesto Cardenal (firmado como anónimo, por la persecución de la dinastía Somoza) en La gaceta de Chile que Neruda fundó y dirigió en 1955.

Ahora otro amigo nos reunía; el argentino Jorge Boccanera escribió la semblanza para el documental Solentiname: “Con el sandinismo a las puertas de Managua a finales de los 60 la gente se volcó a las calles para tirar abajo esa estatua –de Anastasio Somoza–, y no le fue fácil; se necesitaron cables y grúas y Cardenal, que entraba en jeep a la ciudad, escuchó por radio lo que muchos años antes había escrito en un poema” (La Jornada, 24 de agosto de 2006).

Por cierto, quiero saludar a la nueva revista de la Universidad de San Martín en Argentina dirigida por el olímpico poeta que es Jorge Boccanera. Ernesto Cardenal no dejó ni un momento de demostrar la felicidad por regresar a México: “Solentiname, es una película muy buena, está muy bien hecha, pero no soy una persona muy calificada para decirlo, porque no veo cine, desde el monasterio trapense hace 50 años.

Sí veía cine antes, era cinéfilo, después perdí la costumbre, ya no me interesó el cine, entré al trapense, luego al monasterio aquí en Cuernavaca, 12 años en Solentiname, como tampoco veo televisión. Hace poco el presidente Hugo Chávez nos invitó a los fundadores de la televisión del sur, Telesur, esta nueva tv latinoamericana para desintoxicarnos de CNN y la televisión enemiga, estábamos en el Palacio de Miraflores, todos hacían sus comentarios, pero yo no había hablado, el Presidente Chávez me dijo:

‘Ernesto tú no has hablado nada’. Le respondí: ‘Presidente, yo no veo televisión, pero ahora voy a comenzar a verla’ (risas del auditorio). En Nicaragua hay un monopolio que no permite la llegada de la mirada independiente de Telesur”. Solentiname es una comunidad de campesinos y pescadores (situada en un archipiélago de Nicaragua), quienes se transformaron en artistas, poetas, escultores, músicos y revolucionarios (que participaron activamente en la guerrilla contra la dictadura de Somoza).

El documental recoge testimonios de la comunidad, de ex combatientes y de amigos de Ernesto Cardenal. Las preguntas llegaron de todos los rincones del auditorio, de todas las generaciones, del pueblo, se trató de una entrevista colectiva, la noche del 24 de agosto en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes: “Al terminar sus estudios en Columbia (New York) se da la muerte del padre Camilo Torres. ¿Qué importancia tiene para usted en el desenvolvimiento de las comunidades cristianas?”, se le cuestionó.

“Yo era seminarista cuando Camilo Torres salió de su vida sacerdotal, fue importante para América Latina tener a un sacerdote que luchaba en la liberación y saber que la Revolución era una tarea cristiana, una inspiración para todos nosotros”. Mi pregunta tenía algo de nostalgia: “Padre Ernesto, ¿Qué sintió cuando surgió el teólogo de la liberación Sergio Méndez Arceo como obispo de Cuernavaca, siendo que usted estudió en el monasterio de nuestra ciudad?”

“Durante mis años en el monasterio no traté mucho a don Sergio Méndez Arceo, hice un trabajo en Cuernavaca como escultor, me encargaron un báculo de bronce para la inauguración de la nueva Catedral, hace poco lo vi cuando regresé a Cuernavaca, después nos hicimos muy amigos ya con la Revolución de Nicaragua, lo aprecié muchísimo, fue un gran amigo, por lo cual lo trataron muy mal aquí todos los obispos”.

Como ministro de Cultura de la Revolución Sandinista, Cardenal instauró en 1980 el Premio Latinoamericano de Poesía Rubén Darío, el jurado presidido por el mexicano Efraín Huerta otorgó el laurel al cubano Roberto Fernández Retamar.

Otro de los proyectos que emprendió Cardenal fue el Museo de la Solidaridad, ya en Chile había una instalación de obras donadas por reconocidos artistas plásticos como Joan Miró y Roberto Matta, el golpe de Estado de Pinochet lo convirtió en un museo nómada, la compañera Payita (Miria Contreras), la escritora Virginia Vidal (mi editora predilecta) y Carmen Waugh (curadora de arte) tenían toda la experiencia en armar una galería de la fraternidad, ya que fueron ellas las responsables de darle vida y movimiento al Museo de la Solidaridad Salvador Allende; Carmen Waugh declaró a Ximena Jara de El Mostrador: “En Italia me tocó organizar la ‘settimana latinoamericana’ en homenaje al triunfo de la revolución sandinista, que había sido en julio del 79.

Se hizo una gran muestra a la que fue Ernesto Cardenal. El anuncia que se va a crear un museo de solidaridad con Nicaragua, y que la idea era que estos artistas donaran obras por la causa. Julio Cortázar nos apoyó y trabajó muy cerca de mí. Armamos un museo sólo con artistas de América Latina. Con este museo no me quedó otra que irme a Nicaragua” (31 de julio de 2006).

A sus 81 años de edad, Ernesto Cardenal organiza talleres de poesía en comunidades campesinas, se preocupa en reinaugurar el Museo de la Solidaridad, y todavía tiene tiempo para rezar y escribir; hace una semana fue consultado por la BBC de Londres a propósito del cumpleaños de Fidel: “Gabriel García Márquez me ha contado del acierto y profundidad con que ha analizado por la mañana una novela suya que acababa de leer la noche antes.

Hace unos pocos años (Fidel) decidió estudiar la Teología de la Liberación, de la que no sabía nada, y algunos teólogos de esta teología me han contado cómo había llegado a ser un experto en ella. Podría agregar también que es genial en cuanto a la memoria: yo mismo soy testigo de cómo un tema inconcluso del que había conversado conmigo hacía 10 años lo retomó cuando me volvió a ver 10 años después…

Como alguien que lo ha tratado personalmente algunas veces, puedo atestiguar que es una personalidad fascinante: afectuoso, de voz muy suave, cortés, y aun tierno. Familiariza con cualquiera desde el primer momento. Es ingenioso, ocurrente, y siempre hace reír…

Todo esto explica que para el pueblo de Cuba haya sido un personaje indispensable, que haya gobernado por tanto tiempo -no por las armas, pues no gobierna por las armas- y que tenga tan inmensa popularidad. Y también que tenga los enemigos que tiene” (www.bbc.co.uk 13 de agosto de 2006).

Al final de la noche me acerqué a saludar al poeta Cardenal, a pedirle su bendición, esta vez con su dedicatoria en una bella Antología cubana de Ernesto Cardenal reunida por Cintio Vitier (editorial Casa de las Américas, 2004) y regresé a Cuernavaca convencido de que otra Iglesia es posible•

Arte en resistencia

 
Con más de 300 obras pictóricas, Jacobo Silva Nogales (Comandante Antonio), preso político en el penal de máxima seguridad de La Palma, ha conseguido producir un exquisito acervo artístico que ha sido reconocido por no pocos críticos de arte a nivel nacional e internacional.  En tan sólo seis años, desde su detención, Jacobo logró sobresalir como un pintor destacado, cuya obra tiene un valor que ha llegado a trascender el ámbito de lo estético, para llegar a lo político y social, posicionándose como un referente amplio en la lucha por la universalización de la cultura popular y la resistencia.
Alguna vez alguien le preguntó a Jacobo si era pintor de caballete, a lo que él se apresuró a responder que no, que él era pintor de lavabo, ya que en su celda de dos por tres metros, el único espacio donde podía sostener sus bastidores era en el rincón del lavabo; y es que Jacobo no ha contado con todas aquellas facilidades con las que el pintor tradicional desarrolla su obra; por el contrario, él ha tenido que sobrevenir las más difíciles condiciones, produciendo arte detrás de las rejas de una cárcel de máxima seguridad como lo es el CEFERESO de la Palma, en donde incluso la diversidad en el color es considerada subversiva y el único color que se puede percibir es el gris monótono de los muros y paredes que están diseñadas para volver locos a los reos.   Un par de tazos, de aquellos que vienen en las bolsas de frituras, funcionaron para Jacobo como las más perfectas espátulas; logró hacer ricas texturas con el polvo del entorno, con pequeños pedazos de pared, piedras y fierros.   En el 2002, después de estar dos meses en huelga de hambre, Jacobo sufrió una pérdida de cabello, el cual terminó plasmado en un cuadro cuya textura formaba con bultos de cabello la palabra «libertad».
            Así, desde uno de los rincones más obscuros de este sistema, coartada su libertad y violada su integridad física, Jacobo materializó la imagen estética de la lucha de clases en una serie de temas y contenidos que van desde su tortura y detención arbitraria, los efectos secundarios de la cárcel, la militarización, la explotación y la opresión, hasta la resistencia del pueblo, el humanismo de la revolución, y el amor incondicional al pueblo oprimido.   Aquel que ha visto su obra, diría que sólo quien ha vivido en carne propia la lucha popular y sufrido la represión del estado, sería capaz de producir lo que Jacobo ha logrado con su trabajo pictórico.
            Pero, ¿quién es Jacobo Silva y por qué está preso? Él, junto con su esposa Gloria Arenas Agis, fueron detenidos arbitrariamente con violencia y con total irrespeto a las garantías constitucionales en octubre de 1999; fueron sometidos a un juicio ilegal ignorando el debido proceso establecido en el derecho penal nacional e internacional; fueron torturados y obligados a firmar papeles que después serían presentados como declaraciones autoinculpatorias; ¿el motivo? El haber sido miembros de la dirigencia nacional y fundadores del Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI), una organización político-militar que lucha por la construcción y la defensa del poder popular, entendido como «el ejercicio de la soberanía popular» por medio la construcción de «un poder de lucha permanente, democrático, colectivista pero respetuoso de la individualidad, autogestivo y que impulse el espíritu autodefensivo, rebelde, organizativo y soberano del pueblo» [1].
            Jacobo Silva (Comandante Antonio) y Gloria Arenas (Coronela Aurora), tomaron la experiencia de décadas de lucha revolucionaria y se convencieron de que el pueblo no podía esperar a que llegara la revolución para entonces cambiar su realidad inmediata.   No se podía, a su parecer, ser antidemocrático para construir la democracia, o ser autoritario e impositivo para construir consensos. No podían seguir reproduciéndose el machismo, el racismo, o la xenofobia, en aquellos que luchan por la igualdad.   Se convencieron de que esa nueva sociedad con la que soñaron tenía que empezar a ser construida desde ahora, y en todos los ámbitos, desde el familiar y personal, hasta el social-estatal, es decir en los niveles micro y macro.   A decir de Jacobo, «el poder popular necesariamente debe impulsar cambios profundos, que abarquen también el nivel microsocial: que quiere acabar con la represión en la familia, en la escuela, en el trabajo, en las culturas.   Por eso es que el poder popular se debe construir, sin excusa ni pretexto, en el aquí, en el ahora, desde abajo y hasta sus últimas consecuencias [2]».  A través de su lucha, fueron cuestionando muchos de los dogmas y paradigmas del movimiento, y fueron rompiendo los esquemas trazados que mucho daño hicieron al pueblo; se dieron cuenta que la revolución significaba la reestructuración integral de las relaciones sociales; que se necesitaba una nueva forma de relacionarse; que el opresor estaba también en cada uno de nosotros, por lo que, tanto se es opresor como oprimido; y que consecuentemente había que comenzar la revolución desde adentro y desde abajo, democratizando y humanizando todas sus instancias; en fin, se dieron cuenta que no bastaba con «dirigir» al pueblo sino que como decía Lucio, había que «ser pueblo, hacer pueblo y estar con el pueblo».
            Es por esto que el Estado se ensañó con ellos, y buscó derrotarlos, amedrentarlos y destrozarlos tanto física como moralmente, por lo que eran y por lo que representaban.   Sin embargo, Jacobo y Gloria no se arrepienten de lo que hicieron, sino que aceptan con la frente en alto haber sido quienes eran.  Y no podía ser de otra manera, pues el Estado en muchas ocasiones busca acusar de «guerrillero» a cualquier estudiante, indígena, campesino, obrero, hombre o mujer que se atreva a cuestionar al sistema, como si esto justificara los tratos degradantes, las torturas y las vejaciones que contra él o ella se cometan.   Jacobo y Gloria declararon que sí habían sido miembros del ERPI, y que no podía ser lo mismo ser revolucionario a ser delincuente, ya que estos son dos conceptos opuestos y contradictorios; y los delincuentes, en cambio, son aquellos que hoy ostentan el poder. En su declaración preparatoria, Jacobo decía que:
…no he cometido acciones de terrorismo, ni secuestros, ni asesinatos, ni robos; que no soy terrorista, ni secuestrador, ni asesino, ni ladrón.
…que considero que estoy aquí porque he formado parte de un ejército popular desde cuyas filas he llamado al pueblo a defenderse y le he ayudado a organizarse para que se defienda de los secuestros, asesinatos, torturas y violaciones que contra él cometen el ejército federal, diversas policías y grupos paramilitares, agresiones que se cometen con total impunidad como lo muestran los casos de Aguas Blancas, El Charco, Acteal y El Bosque, que hacen evidente que el pueblo no puede esperar justicia de las instituciones encargadas de impartirla; que he luchado por hacer realidad el ejercicio de la soberanía popular ya que hoy gobierna al país una minoría que no toma en cuenta las opiniones de la población y que se guía únicamente por las opiniones de los dueños del dinero cuyos intereses representa y aplica una política que mantiene en la pobreza a la mayoría de la población y que condena a la miseria a un número creciente de mexicanos; que he pugnado por la existencia de un estado de derecho porque la constitución se viola cotidianamente por el gobierno, y la aplicación de la ley está sometida al capricho de los poderosos, y en vez del federalismo existe un vergonzoso centralismo, y el poder judicial funciona como una dependencia más del poder ejecutivo, el cual se burla continuamente del poder legislativo; que he luchado por hacer realidad aquello que Francisco Zarco denominó «gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo», porque hoy existe un gobierno de la oligarquía, por la oligarquía y para la oligarquía y eso no lo merecemos los mexicanos.
…que pese a ello no estoy arrepentido de haber levantado a un grupo de mexicanos a l uchar por la democracia, la justicia y la libertad, sino que estoy muy orgulloso de ello y no me pesa la pena que me puedan imponer porque por más grande que sea la pena que se deriva del deber cumplido nunca será mayor que la satisfacción de haber hecho lo justo, porque es más libre quien está tras las rejas, pero ha peleado por la libertad y confía en el futuro, que quien se encuentra afuera pero está sujeto a la consigna del poderoso y teme los cambios que se avecinan, porque la libertad del pueblo bien vale unos años de cárcel, porque quien ha sido libre y ha liberado a otros de las cadenas del sometimiento ha sembrado en ellos la conciencia de su dignidad y le ha dado esperanzas, vive y es libre en la vida, en la libertad, en la dignidad y en la esperanza de ellos.
…que pueden condenarme pero a mí el pueblo ya me absolvió en el juicio que hacen de aquellos que en el pasado hicieron lo que yo en el presente y me absuelven cada día en la lucha que realiza cotidianamente contra este régimen criminal.

Jacobo y Gloria fueron sentenciados a 51 años de cárcel, con cargos fabricados de homicidio, tentativa de homicidio, daños en propiedad ajena, y rebelión.   Desde el inicio, su proceso ha estado colmado de irregularidades, ya que el Estado no tiene fundamentos reales para sustentar estos cargos, con la excepción del «delito» de rebelión por el sólo hecho de su declarada militancia en el ERPI.   Cabe mencionar que a raíz de su encarcelamiento, Jacobo y Gloria han enunciado que ya no pertenecen a esta organización, pues su lucha necesariamente ha tomado diferentes características, y aun en caso de ser liberados, han dicho que viven una nueva etapa en su esfuerzo revolucionario, la cual tiene características civiles, pacíficas y, oportunamente, artísticas.   Es por esto que Jacobo y Gloria se han adherido a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona, desde donde han continuado su quehacer político, convencidos de que los tiempos actuales exigen una mayor organización del movimiento social.
            Sin embargo, desde el 14 de enero del 2005, cuando el ejército con uniformes de la PFP y la AFI, tomó el control del penal de la Palma, Jacobo fue despojado de sus materiales de pintura y no se le ha permitido continuar con su trabajo artístico.  Al parecer, las autoridades consideraron que sus pinturas eran «peligrosas» para el establishment y que por lo tanto había que ponerle un alto al gran peligro de la creatividad.   Desde entonces, se le ha restringido además de la pintura, el acceso a revistas y libros, materiales de aseo personal, visitas, y tiempo de patio, entre otras cosas.
            No obstante, la palabra y el arte de Jacobo han llegado a un punto en el que ya no podrán ser acallados por el Estado; no por que sea Jacobo el sujeto creador, sino por lo que ahora representa su arte, para ese pueblo en lucha, ese pueblo rebelde, que resiste y que ha hecho suya la significación de ese medio estético que representa el arte de Jacobo Silva.

[1] Tomado de http://www.cedema.org
[2] Íbidem
 
 

– 
¡¡LIBERTAD A GLORIA ARENAS!!

¡¡LIBERTAD A JACOBO SILVA!!

¡¡LIBERTAD A TODOS LOS PRESOS POLITICOS!!

http://comiteverdadjusticiaylibertad.blogspot.com

http://www.mexprisoners.com

PAÍS EN ORDEN

Publicado en Por Esto, domingo, 27 de agosto de 2006
Alberto Híjar

Ante la cercanía del último informe presidencial de Vicente Fox, crece la represión. Felipe Calderón, el candidato del PAN, participa en reuniones con cámaras empresariales para llamar a la reconciliación política, mientras Fox lee discursos sobre la unidad nacional ampliamente difundidos en las radiodifusoras y televisoras patrocinadas por los consorcios trasnacionales. Se trata de legitimar el fraude electoral y acompañar a Calderón a su proclamación como Presidente descalificando por tercos y violentos a los campamentos y movilizaciones encabezadas por Andrés Manuel López Obrador con su insistencia de voto por voto, casilla por casilla.
Hay incursiones menores de bandas paramilitares en los nueve kilómetros de campamentos ocupantes del Paseo de la Reforma que desembocan en el gran campamento del Zócalo del Centro Histórico donde se han realizado hasta el 20 de agosto, 23 asambleas dominicales. En realidad, no son asambleas, sino grandes mítines donde AMLO y/o dirigentes del Partido Convergencia, parte de la coalición Por el Bien de Todos, como el delincuencial exgobernador de Veracruz Dante Delgado, arengan a la multitud y precisan los términos de la revolución pacífica.
AMLO, por su parte, atendió con su presencia los últimos actos de campaña de Juan Sabines para la gubernatura de Chiapas. Después de disputar la candidatura del PRI sin lograrla, Sabines se integró al PRD de una semana a la otra. Esta prueba de la ausencia de principios democráticos, así como la presencia de distinguidos operadores del gobierno de Salinas entre los colaboradores estratégicos de AMLO, como Manuel Camacho Solís, Porfirio Muñoz Ledo o Socorro Díaz, no importan a los miles de seguidores hartos de fraudes de todo tipo cometidos por los gobiernos neoliberales continuados por el Partido Acción Nacional. La impunidad manifiesta de panistas y priístas asociados para la candidatura de Aguilar Bodegas en Chiapas, se integra a la inocencia del último jefe priísta del Gobierno del Distrito Federal, Espinosa Villareal, del exsenador Carlos Romero, operador de la transferencia de mil millones de pesos a la campaña presidencial del PRI en el 2000, de los Bribiesca hijos de la esposa de Fox, Martha Sahagún, y de ella misma con su fundación Vamos México y el escandaloso tráfico de influencias y dinero; del cuñado y la hermana en PEMEX de Calderón, con la empresa Ildebrando, parte principal del fraude electoral electrónico. Elektra y Tv Azteca con su dueño Ricardo Salinas, acusado de fraude en Estados Unidos, forman parte de la elite del poder renovada con la familia Mouriño, apellido del coordinador de la transición de Fox a Calderón, con negocios multimillonarios que llegan hasta España, gracias a los privilegios financieros otorgados por las secretarías de Estado, al igual que los beneficios a Mario Vázquez Raña, flamante banquero. Nada de esto y mucho más será procesado y castigado, ni el exgobernador de Jalisco, Ramírez Acuña, represor de altermundistas opuestos a las recomendaciones de organizaciones de derechos humanos de México y otras partes, ni del legendario Góber Precioso inculpado en la protección empresarial de la banda de viciosos pederastas encabezada por Jean Sucar Kuri y Kamel Nacif, ni del priísta Enrique Peña Nieto y cientos etcéteras de policías violadores liberados de toda culpa, ni de Lazarito Cárdenas, tolerante con el asesinato de mineros de SICARTSA en el lugar con nombre de su abuelo, ni de Patricio Patrón Laviada el reconocido traficante de influencias, terrenos y dineros malhabidos, ni de secretarios como el del Trabajo, protector de inspectores de seguridad e higiene industriales al servicio de las empresas mineras criminales. Esta acumulación de crímenes de fin de sexenio, pese a las campañas permanentes en radio, televisión y prensa empresarial, ha calado en el ánimo de los pobres y los clasemedieros y en uno que otro artista e intelectual en busca de público rebelde.
Derecha e izquierda se extinguieron en la lucha por el poder a toda costa. Vale patrocinar resentidos y hasta disputarlos en beneficio de partidos que no lo son porque lejos de la discusión política y menos económica, sólo quieren mayorías en las cámaras, gobernadores y si se puede, la presidencia. Cuando AMLO sostiene ante el Zócalo atestado de acarreados pero también de ingenuos, que el suyo es un proyecto de nación, nadie se atreve a preguntar por el programa de lucha contra el capitalismo. De esto se encarga el equipo de asesores que un tiempo sirven al PAN, otro al PRI, otro viajan para hacer conectes y vender caro su amor. La Convención Nacional Democrática del 16 de septiembre, será leído, repartido y animado con plotters monumentales, un programa previsible de defensa de la soberanía, depositada en el pueblo según el artículo 39 constitucional con todo y derecho a cambiar la forma de gobierno. Se aclarará que esta soberanía la ejerce el Estado y los representantes autodenominados populares, para que nadie crea en la necesidad de organizarse desde abajo. Dicho esto, no hace falta referirse a Atenco, no sea que se recuerde que el presidente municipal de Texcoco, comprometido con Wal-Mart y el operativo contra el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, es perredista. Tampoco hay que decir que el nombre CND es del EZLN porque no sean que se pidan cuentas del apoyo a Juan Sabines, hijo putativo de Salazar Mendiguchia, represor de Caracoles y Juntas de Buen Gobierno. En la agonía de los campamentos ante la inminente toma de posesión de los senadores, diputados, asambleístas y el jefe electo del DF, votados en la misma elección denunciada por fraudulenta, la resistencia tendrá que entrar al diálogo y negociación. Se esgrimirá la defensa del pueblo la oposición a la ultraderecha, pero las prácticas cupulares probarán a quienes quieran superar el caudillismo, que nada de esto construye una izquierda crítica, sino un bloque temporal, contestatario, incondicional y aplaudidor hasta las lágrimas, opuesto a sus prácticas a toda formación de poder popular. Todo viene de arriba, de los asesores, de los cuadros que ya probaron su capacidad de supervivencias en la rebatinga de las chambas parlamentarias y burocráticas y de la aprobación de leyes como las llamadas Monsanto y Televisa y contra el impulso de los acuerdos de San Andrés.
Del otro lado está claro que nada queda del PAN y su prédica moralista católica. Apenas sobrevive el clandestinaje cristero de El Yunque, heredero del Muro y del sinarquismo fascistoide, todo subordinado a los negocios de alcance tradicional y globalizador como el Plan Puebla Panamá, la Cuenca de Burgos, Mundo Maya, inaugurado por Salinas omnipresente y Echeverría impune y asociado al cártel de Cancún. Hay en este bloque la certeza de que nadie mejor que ellos para conducir a México. Su moral es esa, su ética es la de la competencia de los socios solidarizados hasta el límite del crecimiento que para ellos nunca es ilícito porque la esencia del hombre para ellos es el mercado, mientras más grande mejor. Son estas las definiciones fuertes de una derecha con alcance globalizado que no siempre cuaja como a Fox-Sahagún con los Bush.
La izquierda desde abajo con la Otra Campaña no acierta a precisar el prometido Plan Nacional de Lucha, quizá en espera de que la turbulencia cultural pase, cosa que ocurrirá hasta el año próximo con el nuevo presidente electo en funciones, una vez que el previsible por corrupto Poder Judicial, haya legalizado el gran fraude, como ha ocurrido siempre: con Vasconcelos contra El Nopalito (por baboso) contra Ortiz Rubio, con Almazán contra Alemán, con Colosio contra Zedillo. El proceso de recuperación nacional a partir de las reivindicaciones comunitarias indígenas, es un proceso largo y difícil que apenas inicia. Será necesario el deslinde para destrabar la identificación de izquierda a quienes están contra el fraude electoral y son adherentes de la Otra Campaña.
La izquierda está en Oaxaca. El crecimiento acelerado e imprevisible de la Asamblea Popular del Pueblo de Oaxaca ha desbordado a la Sección 22 de maestros para incorporar a cientos de municipios, algunos de los cuales con los Palacios Municipales ocupados por el pueblo que ha nombrado a sus propios representantes. La defensa a toda costa del repudiado gobernador Ulises Ruiz por el Estado, deja como última solución los ataques paramilitares que en la madrugada del 21 de agosto acribillaron con armas largas al Canal 9 de la Corporación de Radio y Televisión de Oaxaca tomado por las mujeres de la APPO, horas después de la violenta ocupación de las bodegas del diario Noticias dedicado a informar la verdad. El lunes 21, con su habitual rostro de muñeca de trapo, Lolita Ayala comentó las imágenes de los balazos, el incendio de autobuses y la destrucción de oficinas, sin decir que los responsables son encapuchados paramilitares entre los que pudieron identificarse al presidente municipal Jesús Miguel Garza y a su lugarteniente Agustín Morales. Pero nada detiene a la APPO y sus dirigentes en la cárcel, en especial Erangelio Mendoza y Leonardo Mendoza Nube, llamando a no transigir y a iniciar la negociación hasta que caiga el repudiado gobernador. La APPO ha dado pruebas de fortaleza al superar los intentos de represión violenta del Estado y la persecución, los asesinatos y los encarcelamientos. El poder popular en acción prueba que el enemigo principal es el Estado frente al cual no hay que transigir. Esa sí es la izquierda

Ernesto Cardenal

Javier Hernández Alpízar

Como muchos, el poeta nacido en Granada, Nicaragua (1925), empezó escribiendo versos para conquistar el amor de una muchacha. Quizá, así como la empleadita de tienda Norma Jean soñó con ser una estrella y su sueño se hizo realidad, pero el sueño era una escena de set cinematográfico, el más joven Ernesto Cardenal soñó no sólo con el amor de Claudia y el de Miriam, algunas de esas desdeñosas diosas púberes nicaragüenses que embellecían Managua y con su sola presencia llenaban Nueva York, sino que soñó con ser un poeta famoso cuyos poemas recorrieran Hispanoamérica y fuesen traducidos a diversos idiomas, y su sueño se hizo realidad, pero en buena medida la realidad de ese sueño despierto fue superada por otras realidades.
A la belleza del rostro de las muchachas más bellas, tales que al joven Ernesto Cardenal le parecía que no podía haber muchacha más bella ni enamorado que viese a su amada tan bella, ni la chica misma podía verse ni saberse tan bella, ni quizá era tan bella como el desmesurado e idealizador amor de Cardenal la había hecho parecer, a esa belleza de muchachas convertidas en referencia de un poema que quizá ellas mismas no leyeron, o lo leyeron pero no lo entendieron, o quizá lo leyeron y entendieron pero no correspondieron con el amor que el poeta pretendía, vino a avasallarla, como belleza de todas las bellezas, como la belleza que reúne y supera la belleza de todas las muchachas, la belleza y el amor de un ser que no tiene cuerpo, y a quien se ama sin cuerpo y sin sentir, y para amarlo se necesita estar completamente solo, solo “como un astronauta frente a la noche espacial”, solo como Marilyn Monroe cuando nadie contestó esa última llamada, y atendiendo a la oración hecha por Cardenal desde su centro de estudios religiosos en Colombia, Dios tomó el teléfono y la encontró sola y la llamó por su verdadero nombre, el que solo Dios conocía, con esa soledad de amante de toda belleza, Cardenal encontró un amor más deslumbrante que el de Claudia, Miriam y Marilyn y todas las muchachas bellas juntas.
Y quizá también el adolescente Ernesto Cardenal, que aún no era un poeta con lugar propio en la poesía de Hispanoamérica, aunque en sus Epigramas sabe (anticipadamente) que lo será y lo dice para fanfarronear un poco ante las chicas desdeñosas que lo inspiran, soñó también con ser uno de los revolucionarios que derrocaran la tiranía de los Somoza y le abrieran el camino de la libertad al pueblo de Nicaragua, el pueblo de Augusto C. Sandino, y ese sueño también fue realidad, y el motor que mueve al mundo (los sabios conocen que es el amor) fue en la Nicaragua de los años ochenta la revolución sandinista, y el día del triunfo de la revolución (1979) todos pensaban que estaban soñando y no querían despertar, pero el sueño fue breve también, duró sólo diez años, de guerra terrorista de los Estados Unidos contra el pueblo de Nicaragua, y la CIA los atacaba usando como carne de cañón a sus propios hermanos, y la CIA hizo ganar a una candidata que prometía el fin de la guerra e implícitamente amenazaba que votar por el gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional era votar por que los yanquis les siguieran haciendo la guerra terrorista. Y el día que perdieron las elecciones y con ellas la guerra (en 1989) creían que era una pesadilla, y querían despertarse. Pero todavía, a sus más de ochenta años, Ernesto Cardenal espera que el sueño de la revolución triunfante vuelva a ser una realidad, aunque a él ya no le toque estar ahí.
Ahora Ernesto Cardenal ha reconstruido su comunidad de vida contemplativa en una isla del archipiélago del Lago Managua, Solentiname, donde hace muchos años inició un movimiento poético con los campesinos, y ha seguido escribiendo poemas, en donde el amor de las muchachas es sustituido por el amor que reúne, como el poeta espera hallar al final, los rasgos de todos los rostros amados en el rostro del mismo amor cantado en el Cantar de los cantares, en San Juan de la Cruz y en sus propios poemas Canto cósmico (1989) y Telescopio en noche oscura (1993): “Como la pareja impaciente en el parque, esperando la noche.”
Recientemente Ernesto Cardenal regresó a México, un país donde estudió en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, en la generación de Tito Monterroso y Rosario Castellanos. País donde también conoció muchachas hermosas, quienes –si hemos de creer a Monterroso, en La palabra mágica- al escuchar sus versos huían temerosas de convertirse en seres etéreos bajo el efecto de la idealización del poeta, donde Cardenal hizo parte de sus estudios religiosos en Cuernavaca, Morelos, en el monasterio benedictino de Santa María de la Resurrección, donde la revolución sandinista encontró apoyos solidarios y aún a jóvenes y jovencitas que fueron a morir allá con las armas en la mano, combatiendo. México, donde Cardenal conserva lectores.
Durante ese regreso, presentaron en la ciudad de México un video, en el cual toma parte como coproductora la Universidad Veracruzana, por lo cual algún día será exhibido aquí, e hizo el poeta una lectura, un recital, con versos suyos, desde los Epigramas (“Esta será mi venganza / Que un día llegue a tus manos el libro de un poeta famoso / y leas estas líneas que el autor escribió para ti / y tú no lo sepas.”) hasta fragmentos de sus más recientes poemas místicos, del amor sin cuerpo, del erotismo sin sentir:
“Le dijeron a Gioconda Belli en aquel bar / que ella podría entrenarme en erotismo / y dijo que me podría entrenar bastante. / Yo callé. / Hoy pensé que hay un erotismo sin los sentidos, para muy pocos, / en el que soy experto.”
La lectura fue el 26 de agosto, en la Feria Internacional de Libro Universitario, en su recinto de la salida a Coatepec, al cual ese día la asistencia más numerosa fue para un programa de televisión, y en efecto, al terminar retiraron las luces, y los libros se quedaron solos, bajo las telas que los protegen del polvo.

¿Qué pasa con la Otra Campaña?

C. Rojo

Muchos se están preguntando qué pasa con la Otra Campaña. Pero al plantearse esta pregunta piensan en una persona, o sea, en el sub Marcos, por ahora, el Delegado Zero de la Comisión Sexta del EZLN.

Hay que recodar algo bien importante de la Sexta Declaración de
la Selva Lacandona y su práctica en la Otra Campaña. Este movimiento es de todos los grupos y personas a título individual que se adhirieron. El EZLN lo propuso, es el impulsor, sin duda. Pero el proceso de organización de la Otra está en manos de todos y todas los que le entramos.

Yo pienso que el contexto político y social inmediato que vive ahora México no tiene las condiciones para hacer movilizaciones en grande, de concentración, como dijo Marcos. El trabajo que debemos hacer está en el nivel local, con nuestros propios medios. Sobre todo evaluarnos, criticarnos, mirarnos al espejo y preguntarnos lo que somos, lo que sabemos hacer, lo que estamos haciendo, lo que llevamos hecho, lo que podemos hacer más adelante, fijar objetivos, pues.

Y seguir mirando alrededor, seguir escuchando el dolor de los demás. Ahí está Atenco, ahí está el movimiento en Oaxaca, ahí está el hostigamiento a los colectivos de la Otra Campaña como le está ocurriendo al Espiral 7 en Puebla (por cierto, un saludo bien fuerte).

Mucha gente de la Otra Campaña está metida con el movimiento en contra del fraude electoral, no está de acuerdo que el derechista Felipe Calderón ocupe el poder presidencial. A ellos y ellas se les respeta. En
la Otra Campaña no se está forzando a nadie, cada quien es libre de elegir lo que hace. Pero sí tiene principios básicos, y la Otra Campaña no está mirando para arriba, ya no cree en la clase política que gobierna y administra nuestro país. Esa desconfianza el gobierno se la ha ganado con tanta violencia policíaca, fraudes, corrupción, mentiras. No, ya no más confianza en ellos.

Ahora, si algo prometen, órale, que lo cumplan, pero que lo cumplan de veras. Pero ya no se les pedirá nada. Ya saben cuáles son nuestras demandas. Y sólo a través de cumplir con sus promesas y respetando al pueblo, es que esta desconfianza puede desvanecerse. Mientras,
la Otra Campaña no mira para arriba, sino para abajo, aquí donde está la mera vida real: trabajar, tener un sueldo, comer, la escuela, los niños, pagar la renta, el gas, la luz, la ropa, el teléfono, la gasolina, labrar la tierra, buscar dónde vivir, etc.. Y en esta vida real que nos ha impuesto el neoliberalismo, organizarnos, no perder el ánimo y creer. Creer que tenemos en nuestras manos la posibilidad de cambiar este mundo, esta sociedad.

Creer es una cualidad humana, pero creer en un mundo más llevadero, sin tanta injusticia y desigualdad social, y luchar por ello, es la más alta virtud que hace del humano un ser excepcional.

¿Qué pasa con la Otra Campaña? No podemos esperar una respuesta solamente de Marcos. La respuesta está en nosotros. La respuesta la tenemos que construir todos y todas las adherentes a la Otra. La Comisión Sexta lleva recorrido medio país. ¿Cuánto nos falta recorrer a nosotros para seguir escuchando, conociéndonos y organizándonos? El trabajo no es fácil, todo lo contrario, caminamos contra corriente, los fuertes vientos de la incomprensión,  la incredulidad y gobiernos deshonestos; lo único que está en nosotros es la voluntad, la creencia, la paciencia y la perseverancia.

Otra mirada a la Alerta Roja: Una respuesta a John Ross

Miércoles, 23 de agosto de 2006

22.08.06 – MÉXICO

CIEPAC *

Adital – Por Alejandro Reyes
Radio Zapatista (www.radiozapatista.org), y doctorante KPFA, Berkeley, California
Resumen:
Un artículo reciente de John Ross, periodista estadounidense, ha provocado una sonada controversia por las críticas que hace a la Alerta Roja decretada por el EZLN en mayo pasado. CIEPAC pidió a dos intrépidos viajeros, de privilegiada perspectiva, sus reflexiones al respecto. Este Boletín es el aporte de uno de ellos.

Mucha gracia me causó la historia que me contó Ernesto Ledesma del CAPISE: que cuando John Ross llegó al Café Tierra Adentro, en San Cristóbal de las Casas, hace un par de semanas, preguntó con irónica timidez si era bienvenido o si sería corrido a patadas. El siempre gentil Ernesto contestó que Cómo, amigo Ross, ésta no es la antigua izquierda de vanguardias ilustradas e ideologías infalibles, nosotros somos múltiples y diversos, rebeldes cada uno a su manera, un mundo donde caben muchos mundos… Bueno, estas ya son palabras de mi tintero, pero si no fue eso lo que dijo, algo similar sería, o por lo menos lo habrá pensado. El hecho es que en Tierra Adentro nos encontramos a John Ross, el compañero Daniel Nemser y yo, varias veces a finales de julio, donde muchas amenas charlas tuvimos. Por allá aparecía parsimonioso y sonriente, ataviado con su kaffiyeh árabe bajo el chaleco de cuero, su boina negra y las largas barbas blancas, a polemizar amenamente con cáustica cordialidad.

Pero a pesar de la bienvenida, la pregunta de Ross, medio burlona, medio juguetona, no era enteramente inoportuna. Recientemente, John Ross ha sabido ganarse la animosidad de un buen número de simpatizantes de la Otra Campaña y la ira de algunos más. Autor de libros y artículos importantes sobre el zapatismo, John se ha vuelto, en los últimos meses, un crítico tenaz de la Otra Campaña. En particular, su reciente artículo, «A Report from the Red Alert», provocó un pequeño sismo de indignación en algunos círculos zapatistas.

La reacción es comprensible aunque quizás no enteramente justificable. Para muchos de nosotros, la Otra Campaña representa uno de los experimentos más novedosos y creativos de redefinición de la democracia y el intento más osado de nuestros días de repensar nuestro mundo: una nueva forma de hacer política, un nuevo entendimiento de las relaciones sociales. Esto, en un contexto de creciente fanatismo a nivel mundial y un creciente desencanto con las posibilidades de la democracia electoral. Y justamente en el momento en que el movimiento pasa por sus primeras dificultades serias, en el momento en que es víctima de la brutalidad del estado en un contexto de manipulación mediática que oscila entre el completo aislamiento y la demonización oportuna, viene el compañero John, con su prestigio de antiguo conocedor del zapatismo, a echarle leña a la hoguera.

Pero la crítica -y la autocrítica- es no sólo útil sino necesaria, de manera que creo más saludable tomarse una tacita de café zapatista con el compa y dialogar con espíritu abierto, que caer en paroxismos de indignación.

En su artículo, como en nuestras conversaciones personales, su crítica está centrada en la lógica -y en las supuestas consecuencias- de la alerta roja anunciada por el Delegado Zero el 3 de mayo de este año a partir de la represión de Atenco. Según su lectura, hay dos problemas fundamentales. Primero, que declarar alerta roja en territorio zapatista -con los resultantes perjuicios para el funcionamiento de las comunidades- por causa de Atenco no tiene sentido: una cosa no tendría que ver con la otra. Y segundo, que como la decisión de hacerlo proviene de la estructura militar del EZLN, irrumpe con su inherente verticalidad en la anhelada horizontalidad del zapatismo civil. El resultado de esto, según John, ha sido la desarticulación de la Otra Campaña y la «deserción en masa» de los adherentes.

El compañero Daniel Nemser y yo iniciamos a finales de mayo un viaje por la república mexicana, desde Sonora hasta Chiapas [ver su blog en español e inglés en http://pinguinozapatista.blogspot.com/%5D, con el objeto de entender la situación de la Otra Campaña antes y después de Atenco -en los estados donde no llegó el Delegado Zero y donde sí pasó-, participar en la asamblea nacional de adherentes en el DF y la marcha del 2 de julio, entender el movimiento popular oaxaqueño y, finalmente, la situación en Chiapas en el contexto de la Otra Campaña y de la alerta roja. Esta investigación nos permite hacer ciertas observaciones sobre las críticas de John Ross, basadas en conocimiento de primera mano.

Las críticas sobre la lógica de la alerta roja no son exclusivas de John: la inconformidad con las dificultades ocasionadas por ella se escucha con cierta frecuencia tanto en Chiapas como en el resto del país. Sin embargo, la gran mayoría de las personas con las que hablamos en Chiapas entienden la alerta roja como una necesidad de autodefensa. Y el hecho de que la decisión provenga de la estructura militar no es motivo de conflicto, pues la alerta corresponde justamente a una lógica militar. No se trata aquí simplemente de un acto simbólico de solidaridad con los presos políticos de Atenco, a algunos miles de kilómetros de Chiapas -aunque también sirve este propósito-, sino de una estrategia inteligente y calculada de defensa contra el peligro real de la represión. Tanto Onésimo Hidalgo del Centro de Investigaciones Económicas y Políticas de Acción Comunitaria (CIEPAC) como Michael Chamberlin del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas (Frayba) y muchas otras personas estrechamente vinculadas a la situación local entienden que el punto más débil de la Otra Campaña es justamente Chiapas. Desde 1994, el gobierno de México ha hecho todo esfuerzo posible por circunscribir el conflicto a las comunidades indígenas en el estado, retirándole así su carácter nacional. La osadía de la Otra Campaña de extender el zapatismo a todo el país representa una amenaza para el gobierno que, en la medida de su éxito, se vuelve intolerable. Una acción militar en territorio zapatista podría desarticular la Otra Campaña al localizar nuevamente el conflicto en Chiapas y forzar al Delegado Zero a regresar a la selva.

Varios hechos parecen confirmar esta hipótesis. Primero, no cabe duda que uno de los objetivos principales de la represión de Atenco fue dar un golpe certero a la Otra Campaña, en un momento en que ésta empezaba a volverse incómoda -cuando el discurso del Delegado Zero arreciaba, cuando las denuncias de despojo y brutalidad del sistema se repetían una y otra vez, contrastando con el discurso vacío de las campañas políticas, cuando la indignación se convertía en resistencia en lugares como la Parota y, evidentemente, Texcoco. Esto queda confirmado al escuchar los testimonios de víctimas de la represión, miembros de la Otra Campaña que no tuvieron nada que ver con el conflicto del 3 de mayo y que estaban en Atenco el 4 de mayo con la evidentemente fracasada intención de servir como escudo humano contra la violencia estatal. Muchas de estas personas fueron golpeadas, violadas, torturadas e interrogadas explícitamente por su supuesto vínculo con el EZLN.

El violento y muy alarmante desalojo de la comunidad zapatista Ch’ol de Tumbalá, en el Caracol de Roberto Barrios (unos días después de la publicación del artículo de John Ross) demuestra la vulnerabilidad de las comunidades y la real amenaza de la violencia estatal. Si bien es debatible si esto es simplemente una continuación de la guerra de baja intensidad presente desde 1994 -aunque por muchos olvidada- o un recrudecimiento de la represión en el contexto de la Otra Campaña, lo que sí queda claro es que la precaución de la alerta roja está lejos de ser un delirio.

Pero la más grave afirmación de John es sobre la supuesta desarticulación de la Otra Campaña a partir de Atenco. Nuestra visita a los estados de Sonora, Chihuahua y Zacatecas reveló un panorama mucho más complejo y ambiguo que el que John pinta. En lugares como Ciudad Obregón y Parral la visita del Delegado Zero sin duda hubiera contribuido para unir fuerzas y atraer actores reticentes. En ambos lugares la Otra Campaña es incipiente; los compañeros son luchadores comprometidos y talentosos, pero por varias razones la Otra Campaña no ha despegado; la visita de Marcos y la karavana hubiera podido darle el empujón necesario. Al mismo tiempo, en ambos lugares existe la percepción de que la cancelación de la visita provocó una autodepuración de personas poco comprometidas, más interesadas en tomarse la foto con Marcos que en construir alternativas. Ya en Zacatecas la suspensión de la campaña y la crisis de Atenco sirvieron no sólo para unir fuerzas dispersas sino para transformar el movimiento en una verdadera fuerza política. Hasta ese momento, los esfuerzos se concentraban en preparar la llegada de Marcos; a partir de Atenco, la Otra Zacatecas nace como actor político bien articulado, que comprende una amplia y muy creativa diversidad de colectivos e individuos.

De la misma manera, la expresividad de la Otra Campaña en los estados donde sí pasó la karavana cambia dependiendo del contexto local, y es afectada diferentemente por la situación de Atenco. En Guanajuato y Oaxaca, vimos mucha división. En Querétaro, al contrario, vimos una impresionante organización.

No me quedó muy claro cómo llegó John a la conclusión de que hay una «deserción en masa». Quizás tenga que ver con la comparación entre los estimados 25,000 manifestantes en el zócalo el 1º de mayo (1), contra los 5,000 a 10,000 en la marcha de este pasado 2 de julio -organizada intempestivamente el día anterior. Es posible que haya habido una reducción en el número de adherentes después de Atenco, aunque no veo cómo esto podría cuantificarse. Al mismo tiempo, es comprensible la sensación de suspenso e inmovilidad en este momento, comparado con el continuo movimiento de la Campaña antes de Atenco. Sin embargo, es importante entender que ésta es ya una nueva fase del movimiento: el momento de organización, de acción directa, de transformación en actores políticos. La karavana representaba el momento del escuchar. Este momento no terminó, pero los eventos de Atenco precipitaron, quizás prematura pero necesariamente, una nueva etapa organizativa, menos visible, pero más consistente. Una evaluación de la Otra Campaña en este momento no puede basarse en una mirada cuantitativa (asumiendo que eso fuera posible), sino en un cuidadoso análisis cualitativo. Alguien dijo por ahí que los miembros de la Otra Campaña «son de lo mejorcito que tiene hoy México». Podrá parecer una hipérbole autoelogiosa, pero recorrer el país con la Otra Campaña nos dejó justamente esa impresión.

Pero las críticas de John Ross tienen en el fondo que ver, creo yo, con una diferencia de posición ideológica: la lucha por el cambio dentro o fuera del sistema. A pesar de reconocer los problemas con el PRD y Andrés Manuel López Obrador, John está convencido de que ésta es una vía para el cambio y una esperanza para el país. Según su propia afirmación, una victoria del PRD significaría una «victoria del pueblo». La crítica a la Otra Campaña como parcialmente responsable por la supuesta «victoria» de Felipe Calderón no es exclusiva de John; muchos perredistas la comparten con inusitado rencor. La virulencia de los ataques contra el PRD por parte de Marcos y de la Otra Campaña puede ser cuestionable. Sin embargo, lo esencial aquí es que la Otra Campaña busca una alternativa que va mucho más allá de la lógica del «mal menor». Para la Otra Campaña, el posicionamiento con relación a la disputa electoral -la decisión, por ejemplo, de apoyar o no el movimiento contra el fraude- es una cuestión estratégica que tiene que ver con una evaluación de los escenarios más propicios para su propio crecimiento, y no con una opción entre una pseudoizquierda corrupta y una ultraderecha violenta. La Otra Campaña no puede y no debe perder tiempo y energía con tales cuestionamientos; otros ya están suficientemente ocupados con eso. La Otra Campaña tiene metas mucho más trascendentes: construir una nueva realidad política y social para el país, reinventar la democracia. Es comprensible que aquéllos que aún creen en la opción electoral no puedan ver esto. Pero poco importa: ya llegará el momento de la decepción. Entonces la Otra Campaña tendrá que dejar sus puertas abiertas a luchadores sinceros que estén dispuestos a buscar Otras alternativas: «Pásele, amigo John, tómese un cafecito y entrémosle juntos a la talacha, que hay mucho qué hacer».

Nota:

(1) «Hasta morir si es preciso,» La Jornada, 2 May 2006.

* Centro de Investigaciones Económicas y Políticas de Acción Comunitaria

La propuesta inédita de la Otra Campaña Zapatista

Respuestas a Raúl Calvo Trenado

Por Rodrigo Ibarra
El Otro México
19 de agosto de 2006

La Otra Campaña ha generado un importante cúmulo de discusión en torno al proceso de su construcción y del recorrido hecho por medio México. Mucha de la polémica incitada por algunos intelectuales y periodistas gira en torno al papel del Delegado Zero, el Subcomandante Marcos, y del propio EZLN en el mar de la correlación de fuerzas nacionales.

Es el caso de Guillermo Almeyra, por ejemplo, y ahora de Raúl Calvo Trenado.

En el artículo de este escritor titulado “El zapatismo tras La Otra Campaña”, publicado en el portal “Unidad Anticapitalista” Calvo Trenado hace una crítica severa al EZLN y a La Otra Campaña al afirmar que “El zapatismo está siendo un freno para las vías revolucionarias en México y además permite que el PRD aglutine a gran parte de la izquierda. Mientras las demás organizaciones sociales y políticas antisistema no rompan su dependencia, su cordón umbilical con el EZ, no van a poder avanzar más. El zapatismo fue en su día un importantísimo revulsivo para México pero en la actualidad es una piedra en el camino hacia la liberación en la que se tropieza una y otra vez.”.

A continuación ofrezco una crítica al artículo de Raúl Calvo en la que me propongo ampliar el contexto de los temas propuestos. Desde mi perspectiva como adherente de La Otra Campaña y además como testigo del recorrido realizado por la misma a través de la mitad del país, me parece que el autor en el artículo referido carece de un entendimiento sobre lo fundamental en La Otra Campaña y de ahí proviene su confusión.

Me dirijo al autor:

Don Raúl Calvo Trenado

Sospecho conocerle de vista. Por eso he decidido escribirle. Además porque me gustaría pensar en su trabajo como un esfuerzo por comprender, interpretar y explicar. Deseo exponerle algunos argumentos. En la honesta escucha está la raíz del entendimiento.

Dice usted que es “significativo el silencio que guarda el subcomandante Marcos desde el día de las elecciones presidenciales…”

No es correcta esta afirmación. Desde el día 3 de julio pasado el subcomandante Marcos ha hecho una serie importante de declaraciones públicas. Cito algunos fragmentos tomados de los textos donde de manera categórica el Subcomandante Marcos habla del fraude electoral.
3 de julio. Radio insurgente en el DF, donde se da información sobre las elecciones del 2 de julio. El delegado zero transmitiendo un programa más de Radio Insurgente desde el DF, en el espacio compartido por el programa radial Política de Banqueta, del FP-Uníos:

“Queremos pasar una información que recibió la Comisión Sexta. Según la información habría habido un fraude en las elecciones para presidente de la república. Se había operado en el IFE, Instituto Federal Electoral, en complicidad, o con el patrocinio más bien, de la presidencia de la república.”

“Nosotros no estamos en la onda electoral, pero por una cuestión ética, moral, como zapatistas, si vemos algo que esta mal pues lo tenemos que decir y lo que estamos viendo es que están haciendo un fraude allá arriba.”
7 de julio. La Jornada entrevista al Subcomandante Marcos sobre las elecciones del 2 de Julio. En entrevista con La Jornada, el subcomandante Marcos comenta el proceso electoral desde la perspectiva de la otra campaña:

“Se trata de un fraude operado desde Los Pinos y el comando central del PAN, que pone en crisis la democracia, la legalidad y la supuesta neutralidad del IFE. Aunque nosotros no miramos allá arriba, estamos en la misma situación de cuando se intentó el desafuero de AMLO, independientemente de que no compartimos sus propuestas”.

“No importa quién votó y por quién; se van a arreglar arriba y todo lo que se gastó en propaganda y en mantener al IFE fue inútil. Después de este proceso tan largo, desgastante y fastidioso para el pueblo, van a decidir los liderazgos de los partidos, el Tribunal Electoral el Poder Judicial de la Federación o la Suprema Corte de Justicia”.“La Otra Campaña no promueve el voto ni el antivoto, sino una forma organizativa.”
10 de julio. Radio insurgentes desde el DF, con un cuento machista para niños y niñas. El delegado zero transmite Radio insurgentes desde el DF, en colaboración con el programa radial Política de banqueta del FP-Uníos.
11 de julio. Palabras del delegado zero en Atenco.
23 de julio. En Atenco. Reunión del delegado zero con el pueblo de Atenco, en donde les platica la historia desde abajo, desde la resistencia, y como va la lucha de la otra por la libertad de los presos y como se da también esa lucha en territorio zapatista.
Estas intervenciones han sido publicadas en varios sitios de Internet.

Me sorprende usted, y despabila mi suspicacia, al estar tan bien enterado de una reunión en Querétaro realizada el pasado día 8, contrastando con su ignorancia sobre los acontecimientos que menciono.

Y como no creo que usted o alguien pueda llamarle “mutismo” a, al menos, cuatro interlocuciones (cinco si contáramos la que usted cita) en un periodo de 43 días, me parece que su conclusión inicial del supuesto –y a la luz de la evidencia, inexistente—silencio como una “constatación de la complicada situación que se le presenta al movimiento zapatista tras el escaso impacto de La Otra” resulta inválida.

El sistema político mexicano, Sr. Calvo, no necesita ayuda de nadie para ser “lesionado”. Él, por sí mismo, está inmerso en una vorágine de autodestrucción. ¿Acaso el clima o, mejor dicho, la tormenta política postelectoral no es un síntoma contundente y a la vez un fruto endógeno del propio sistema?
El triunfo o el fracaso tienen como frontera el espejo de la expectativa proyectada. Es muy común descubrir diferencias en la percepción e interpretación de uno u otro. Habría que hacer un profundo ejercicio hermenéutico para establecer un juicio tal en relación a los esfuerzos de la CND (Convención Nacional Democrática), FZLN (Frente Zapatista de Liberación Nacional), Coordinadoras para la consulta. No lo hago tampoco y por lo tanto declino discutirlo aquí.
Me parece más clara aún la dificultad para el aventurado planteamiento de arraigarle a los esfuerzos de las Juntas de Buen Gobierno y los Caracoles el objetivo de ganar “empuje” hacia la popularidad del zapatismo. Los objetivos son otros y fáciles de corroborar estando en territorio rebelde.
Dice usted que la Sexta Declaración de la Selva Lacandona y la riqueza de la propuesta desprendida de ésta y, por cierto, materializada ya en el proceso a largo plazo que es La Otra Campaña “llegó demasiado tarde y vacía de propuestas”.

Sobre su impuntualidad en el calendario de México sabremos más tarde. Le concedo que el tiempo está apretado, justo. Pero soy más optimista que usted y creo que habrá tiempo suficiente para revertir el caos y la inequidad y comparto, junto con varios millones de mexicanos, que otro México es todavía posible. Hoy, además, más posible cada vez. Diga usted que esto no es un argumento sino un acto de fe. Tendrá toda razón. Es un acto de fe arraigado en la esperanza y el amor a una Patria, pero también en la certeza del poder constructivo de los mexicanos.

Sobre la vacuidad en propuestas le pregunto: ¿Existe vacío en una iniciativa que genera un movimiento social inédito en la riqueza histórica de un país como el nuestro? ¿Existe vacío en unir y comprometer con una causa a cientos de miles de mexicanos? ¿Puede habitar la nulidad en el valor, más que numérico, cualitativo de las personas y los movimientos que se aglutinan hoy mismo en La Otra Campaña?
En este quinto punto de mi comentario, que peca de extenso, llegamos al fundamento que usted no ha comprendido aún. Lo radicalmente innovador del zapatismo y, al mismo tiempo, su aporte a la construcción humanista, está en su renuncia a la soberbia como actitud transformadora o revolucionaria.

El primer error hermenéutico en que usted cae en su artículo radica en conjugar en pasado cuando habla de La Otra Campaña como si ésta se hubiera agotado. Es clara la Sexta Declaración cuando propone un proceso a mediano y largo plazo, planteado muy por encima del horizonte electoral. La propuesta es en este sentido exitosa pues La Otra Campaña permanece como un proceso vivo y proyectado de manera orgánica en el presente y hacia el futuro.

La Otra Campaña es un proceso transelectoral, en su primera etapa de apertura de canales para establecer un gran diálogo, un gran coloquio plurívoco –de todas las voces—a través de todo nuestro territorio. Efectivamente, como usted afirma, idealiza al pueblo –al menos a esa parte de él categorizada como de abajo y a la izquierda—e idealiza también –dice usted que tiene “una visión utópica del horizontalismo”—la equidad entre los hombres y las mujeres todos. La equidad como ingrediente indispensable de la dignidad humana. Cada ser humano, cada individuo, cada hombre, cada mujer, como elemento necesario e insustituible para la transformación.

Usted lo intuye cuando dice que “México no vive en asamblea popular permanente”. Por supuesto que no. Si así fuese no habría habido lugar para el EZLN ni para La Otra Campaña. La Otra va cimentando la edificación de esa gran asamblea permanente como la estructura que da vida a un país. En donde el EZLN es un miembro más que no se constituye como “vanguardia política” precisamente porque es esa arrogancia de vanguardias políticas la que históricamente, en su necesario entronamiento hegemónico, ha subyugado a los pueblos y ha destruido los canales del diálogo con capacidad –con poder—constructivo. El EZLN no le impone al país una visión del mundo, ni una ideología, ni un plan nacional de lucha, por más lucidez teórica o experiencia triunfal que pueda tener. Ellos, los zapatistas, ponen su experiencia, su sabiduría, grande o pequeña, sobre la gran mesa de La Otra como un plato más del enorme buffet, del inmenso tianguis, al que habremos de contribuir todos los mexicanos hombres y mujeres verdaderos, y del que nos habremos de nutrir equitativamente para la construcción de otro México.

Por eso se le critica a La Otra Campaña de carecer de una propuesta clara (como lo ha hecho también por cierto Guillermo Almeyra, entre otras varias voces, quien, dicho sea de paso, comparte con usted la incomprensión del fundamento). Porque se tiene la visión atávica de una propuesta clara impuesta, ya sea por el peso de su lucidez o de la fuerza, desde una minoría. Se recicla la actitud soberbia de la necesidad de una élite iluminada que haga la luz en medio de la oscuridad de la ignorancia del pueblo y a eso sí le llaman propuesta.

La Otra Campaña parte pues de la propuesta inédita, cuyo valor la historia habrá de aquilatar, de plantear la transformación como el producto –como fruto y también como multiplicación—de la sabiduría colectiva potencializada y estructurada a través del diálogo en un proceso constructivo y constructor permanente. No hay imposiciones. No hay élite. No hay iluminados e ignorantes. Lo que hay es territorio, tierra fértil. Y en cada mexicano sencillo y humilde una semilla. Sí es cierto, hay unos granos más grandes o más chicos, de diversos colores, gordos y flacos. Pero de la inmensa mayoría de ellos habrá de nacer una mata nueva y de ésta una, dos o hasta tres mazorcas. Esa milpa que se reproduce y nos alimenta es ese otro México que queremos. Y es el único posible.
Ahí le dejo a usted que vea cuál es entonces la piedra, o las piedras, de que usted habla en el camino hacia la liberación. Sí, La Otra Campaña es por vocación un freno a ciertas vía revolucionarías, como las del partido político que dice enarbolarlas institucionalmente, por ejemplo. O las que pretenden un “cambio” de amo bajo un yugo distinto. Es un obstáculo, avizoro insalvable, para la imposición hegemónica de una, cualquiera, ideología excluyente.
Así que, finalmente don Raúl Calvo, ¿cuál es su visión de liberación y libertad? ¿Una en donde los movimientos sociales rompan sus vínculos posibles y luchen atomizados para ser vencidos por el más fuerte, o por el más poderoso? ¿Una en donde la ideología con la que particularmente alguien, (usted, por ejemplo) ve el mundo se imponga y domine excluyendo la enorme diversidad que nos enriquece?

Las radios comunitarias: para democratizar la palabra y la sociedad III Parte

Zapateando Equipo de Comunicación Alternativa

C. Rojo

Ahora bien, para nosotros es muy necesario que los diversos grupos que se dedican a la comunicación alternativa y a las radios comunitarias estén en conexión para compartir experiencias e información, y de este modo ir generando un sistema de redes que sirva como vasos comunicantes para los adherentes a la Otra Campaña: para escucharnos y conocernos y organizarnos es necesario comunicarnos.

Recientemente, el Equipo de Zapateando se puso en contacto con otra radio comunitaria, Radio Totopo, ubicada en la Séptima Sección de la ciudad de Juchitán de Zaragoza, Oaxaca. Por parte de esta estación   tuvimos la invitación de ir a visitarlos y ofrecer nuestros tallares. Aprovechamos la temporada vacacional de agosto, empacamos nuestras cosas y nos fuimos a la calurosa Juchitán. Sólo que nada más asistió el módulo de prensa y radio. Los de video se quedaron en Teocelo para grabar la fiesta patronal, en particular la elaboración del arco floral, pues es un proyecto que los talleristas plantearon que se trabajara. Además que el módulo de video, al lado de Élfego Riveros, asesor de Radio Teocelo, y quien nos ha brindado mucho apoyo, tienen el plan de crear en el futuro una televisión comunitaria (Teocelo TeVe). Su labor ya tiene buenos frutos, pues en estos días proyectaron un video sobre la contaminación de un río en un pueblo cercano a Teocelo que se llama San Marcos, y también en breve presentarán el video sobre la fiesta religiosa del pueblo

Y nos recibieron, pues, en un local donde además están organizando también su módulo de video, y eso también nos dio mucho gusto. Al llegar tuvimos la oportunidad de presenciar el Primer Festival Regional de la Palabra, convocado por dos colectivos de jóvenes, además de
la Radio Totopo, Aprender a Aprender y Consejo Regional Ecológico y Cultural del Istmo (CRECI).

Hubo mucha participación de varios grupos artísticos y culturales de Juchitán y pueblos de la región. Cantaron, bailaron, recitaron poemas, tocaron su música propia y moderna, es decir, del costumbre al rock. Dos días de Festival y nosotros bien contentos del trabajo de toda esta gente que resiste y lucha.

Y llegó el momento de los talleres. Al mismo tiempo, Zapateando participaba en la transmisión de Radio Totopo. Comentamos los problemas que vive Veracruz, iguales que los de Juchitán, es decir, migración, empobrecimiento, contaminación del medio ambiente, autoridades que no atienden al pueblo, bajos precios del campo, falta de apoyo a la educación, etc. Y llevamos nuestra música para compartirla con el auditorio.

En los talleres asistieron varios locutores de la radio. La mayoría jóvenes, muy animosos y con ganas de compartir su experiencia de radio con nosotros. Porque no fuimos a enseñar, sino a tener un espacio para conocernos, escucharnos y compartir experiencias y trabajar juntos. Y eso fue lo que hicimos, y hubo, como lo planeamos, productos radiofónicos. Se hicieron spots, cápsulas y reportajes sobre diversos temas que acontecen en Juchitán, por ejemplo, la imposición de un Wal-Mart, el maltrato a la mujer, la contaminación ambiental, entre otros tópicos.

Estos trabajos fueron, por supuesto, transmitidos en la Radio Totopo, y nos los trajimos a Radio Teocelo y Radio UV y lo compartimos con el auditorio.

Para nosotros esta labor que hacemos es bien importante, pues está en la gente hacer sus propios medios de comunicación para expresarse: es un derecho que lentamente nos arrebatan. Y la radio es uno de los medios más chingones que existen. La radio es compañera y accesible, pues si la gente no sabe leer, entonces escucha, ya sea comiendo, en el trabajo, descansando en casa o viajando.

A través de la radio se privilegia la palabra oral, se privilegia la escucha, lo cual es una de las formas más prístinas de comunicación que posee la humanidad. Y la función de las radios comunitarias es fundamental para que, nuevamente repito, se democraticen la palabra y la sociedad. Y en el marco de la Otra Campaña esto es indispensable, las radios comunitarias son un puente para conocernos, escucharnos y tejer los modos de organización que requerimos para armar un programa nacional de lucha, como se tiene propuesto en la Sexta Declaración de la Selva Lacandona.

 

Las radios comunitarias: para democratizar la palabra y la sociedad II parte

C. Rojo

Zapateando Equipo de Comunicación Alternativa

Este equipo surge con
la Otra Campaña. Prácticamente se forma cuando el Delegado Zero pasa por las tierras de Veracruz a finales de enero y principios de febrero de este 2006.

 

Semanas antes habíamos tenido reuniones para organizar actividades que nos permitieran obtener algún dinero para la gasolina y materiales y hacer nuestra labor periodística. Varias personas han estado involucradas con el Equipo, y su participación ha sido fundamental, pero los que de base nos empecinamos somos seis y nos dividimos en tres módulos: prensa, radio y video. Y en estas tres secciones fue que registramos el recorrido del Sub Marcos por diversos pueblos y ciudades de Veracruz, y asimismo entrevistamos a diversas personas adherentes a
la Otra Campaña que recibieron a la caravana.

 

Aunque somos de diferentes lugares del estado, todos vivimos en Xalapa, la capital, y desde aquí hacemos una parte de nuestro trabajo de comunicación alternativa. Pero otra parte, que es una de las más importantes, es la labor que hacemos en Teocelo, en
la Radio Teocelo (XEYT, 1490 del AM), una radio comunitaria que tiene más de 40 años transmitiendo para los pueblos de esta región cafetalera.

 

En Radio Teocelo hemos participado desde 1999 cuando el EZLN organizó la consulta sobre los derechos de los pueblos indígenas. Desde entonces se trabajó en un programa llamado Doña Soci, por eso de Doña Sociedad Civil. El tema central siempre fue el zapatismo, pero también se tomaron en cuenta otros movimientos sociales como el estudiantil o las problemáticas locales propias de la región. Desgraciadamente el equipo de Doña Soci se fue desintegrando con el paso de los años. Lo bueno, lo que vino a dar un nuevo impulso, sin duda, fue
la Sexta Declaración de
la Selva Lacandona.

 

Uno de los proyectos que vimos indispensables para colaborar en
la Otra Campaña fue retomar el trabajo de radio. Una tarde lluviosa, agarramos el camión y fuimos a presentar nuestras ideas a la gente de Radio Teocelo. Semanas después teníamos la puerta abierta para volver con un nuevo programa: »
La Otra Campaña, privilegiando el Oído». Para reiniciar, a mediados de enero, nos dieron media hora, todos los domingos a partir de las 2:00 p.m. Y comenzamos a explicar al auditorio qué es
la Sexta Declaración y
la Otra Campaña, y durante el recorrido por el estado de Veracruz de la caravana de
la Comisión Sexta del EZLN, con el Delegado Zero, estuvimos haciendo una cobertura directa con llamadas telefónicas al noticiero de la radio y organizamos programas especiales según los diversos sitios que el Delegado Zero visitó.

 

Posteriormente, seguimos reportando el recorrido de la caravana por otros estados del país. Hubiéramos querido irnos, pero el dinero y nuestro trabajo que nos da un sueldo nos lo impidió. Sin embargo nuestra labor aquí se ha acrecentado, de tal modo que solicitamos otra media hora a la radio, aceptaron, y actualmente tenemos una hora completa. Pero no sólo eso. Vimos la necesidad de que el equipo crezca. Entonces invitamos a más compas adherentes para que se integraran al trabajo, muchos han respondido y están apoyando. Pero pensamos que es necesario, además, por ser una radio comunitaria, que la gente de los pueblos que nos escucha por la radio, también se integre al trabajo de comunicación; por lo tanto, organizamos unos talleres de periodismo en los tres módulos que tenemos, los ofrecimos en las instalaciones de Radio Teocelo, y la verdad, tuvieron una respuesta muy favorable.

 

Gracias a estos talleres hemos aprendido más sobre Teocelo y otras comunidades cercanas. Sabemos un poco más acerca de problemáticas locales que están afectando al pueblo. Esta información la conocimos por la gente que asistió al taller, desde jóvenes hasta personas de mayor edad, quienes en sus trabajos escritos, de producción radiofónica y de video, nos plantearon trabajar sobre los problemas sociales que ellos y ellas están viendo en su comunidad: migración, daños al medio ambiente, historias y leyendas de la comunidad, los problemas del campo, la intervención de los jóvenes para la radio, etc.

 

De los participantes que tomaron el taller, cinco de ellos se han quedado con nosotros y ya forman parte de Zapateando, presentan sus comentarios, opiniones y preparan noticias locales y nacionales sobre acontecimientos en el marco de
la Otra Campaña, por ejemplo lo que ha pasado en San Salvador Atenco y el movimiento en Oaxaca.

 

Asimismo, la gente que nos escucha, nos escribe y nos llama, ya sea para simplemente mandar saludos a sus familiares, o para opinar y hacer análisis de los temas que presentamos. Por ejemplo, sobre
la Ley Televisa la gente critica a los grandes medios y a los empresarios que con sus leyes quieren impedir el nacimiento de nuevas radios comunitarias como radio Teocelo. Nosotros tratamos de informar lo más que podemos sobre los errores y horrores de esta ley, la gente lo escucha, comprende la importancia de su radio, y opina con nosotros.

 

Zapateando es un poco ambicioso y lucha porque se democratice la información, es decir, que no sólo TV Azteca y Televisa sean los que “informan” todo. Por este motivo, nos acercamos a un compañero adherente a
la Sexta Declaración que trabaja en Radio Universidad Veracruzana, y le preguntamos si podíamos participar en su programa «Los Mensajes» (su nombre es Felipe Casanova, quien produce radionovelas y grabó en audio
la Sexta Declaración). Aceptó, y ahora tenemos una sección todos los martes y jueves de 5:30 a 6:00 p.m. en esta radio universitaria (se escucha por internet http://www.uv.mx/uvradius/index.htm). Nuestra labor es la misma: divulgar información que en los telenoticieros y radios comerciales no se divulga, por ejemplo, los abusos y violaciones que cometió la policía en Atenco, la represión del gobierno contra gente de
la Otra Campaña en diversos puntos del país, y el silencio que se hace sobre las demandas del pueblo oaxaqueño que aclama justicia y democracia.

 

Las radios comunitarias: para democratizar la palabra y la sociedad I Parte

C. Rojo 

«Una radio hecha por la gente, acerca de la gente y para la gente»

Las radios comunitarias surgieron alrededor de los años 60, es decir, a mediados del siglo XX, como una respuesta al capitalismo y su sistema de explotación y dominio. Nos obstante, se tienen registrados proyectos radiofónicos comunitarios desde finales de los años 40 (en Bolivia, Radio de los Mineros, y en Colombia, Radio Sutatenza, de corte educativo)

A partir de aquellos años, los empresarios comenzaron a  invertir mucho dinero en los medios de comunicación. Se dieron cuenta del gran negocio que significa tener una empresa de televisión, radio y prensa, por un lado, para comercializar los productos de otros empresarios, y por otro lado, para difundir las opiniones e ideas de los políticos, que pagan muy bien para que les hagan este trabajo.

Durante la época de los años sesenta y setenta, hubo mucha represión por parte de los gobiernos corruptos y deshonestos. Como siempre, su interés ha sido el dominar a la gente para que ellos vivan bien, sin importarles la situación empobrecida del pueblo. Pero frente al dominio la gente responde, resiste y lucha. De este modo es que tanto en Europa (Francia, Italia) como en América Latina el pueblo se organizó y vio también la importancia de tener sus propios medios de comunicación para luchar contra los capitalistas voraces.

Aparecen, pues, los medios de comunicación alternativa, y con ellos,  como punta de lanza, las radios comunitarias. Para la gente que se dedica a este trabajo lo más importante es generar un medio que socialice la información. Esto es, que una radio comunitaria sea del pueblo y para el pueblo. Como bien lo señala un estudio de
la UNESCO (Legislación sobre Radiodifusión Sonora, 2003): » La frase «una radio hecha por la gente, acerca de la gente y para la gente» sintetiza las características esenciales de este servicio. Esto significa que la radio comunitaria debe, de un lado, ser administrada por la comunidad, y de otro, servir a los intereses de dicha comunidad».

 

Aunque hay diversas definiciones, en lo fundamental, la radio comunitaria es un medio de comunicación que da la voz a los que no la tienen, que sirve como vocero de los marginados y es el corazón de la comunicación y de los procesos democráticos en las sociedades. Es decir, en ningún momento tiene que funcionar para los intereses particulares de un grupúsculo (político, económico, militar, etc.), puesto que las radios comunitarias tienen el imperioso deber de democratizar la palabra para democratizar la sociedad (Carta de las radios comunitarias y ciudadanas, Milán, 1998).

Asimismo, una radio comunitaria tiene que respetar la libertad de expresión. Esta libertad implica el derecho a recibir y emitir información y opiniones, sin fronteras ni censura (Declaración Universal de los Derechos Humanos, artículo 19). El único límite de este derecho es el derecho ajeno, el respeto a la dignidad y privacidad de los demás.

Un componente sobresaliente y necesario en  las radios comunitarias es la crítica y la autocrítica. Crítica al Poder, a la plutocracia, a la oligarquía, al racismo, a cualquier tipo de fuerza política, económica y militar impositiva. Autocrítica al trabajo propio, a la relación que se tiene con la comunidad y a los modos en que se van cumpliendo los objetivos de velar por una comunicación sincera, honesta, justa y democrática.


La Otra Campaña y las radios comunitarias

La Otra Campaña surge de la Sexta Declaración de la Selva Lacandona (junio 2005). Diversos grupos sociales, colectivos, organizaciones, así como personas a título individual se han adherido a la Sexta Declaración y trabajan de diversos modos en la Otra Campaña.

Este movimiento tiene el objetivo de organizar a los de abajo, a los marginados, a los empobrecidos, a todos aquellos que creen que es necesario cambiar este país en manos de un gobierno corrupto y tomado por las garras de un sistema explotador que es el neoliberalismo.

Para resistir y luchar, la Otra Campaña se propone como un movimiento civil y pacífico, que privilegie la escucha, es decir, que la gente de abajo aprenda a conocerse así como es, con respeto mirar a la lesbiana, al homosexual, al indígena, a la mujer, al empobrecido. Y al conocernos aprender sobre nuestras luchas, cómo lo hacemos y cómo podemos trabajar en conjunto. Cada quien a su manera, ofreciendo lo que pueda, pero siempre con el ánimo y la sinceridad de compartir el deseo de cambiar este país, de buscar un tipo de relación humana más llevadera, no polarizada con pocos ricos y muchos pobres como lo genera el neoliberalismo.

Y en este difícil y necesario proceso que es la Otra Campaña es importante la comunicación, no sólo en términos de la plática en corto, o en las asambleas, reuniones o congresos, sino sobre todo la comunicación a través de medios como la prensa, la radio y hasta la televisión, aunque esta parte no es tan fácil pues es costosa.

La comunicación alternativa, la Otra Comunicación dicen los adherentes a la Sexta Declaración. Es tan apremiante este trabajo; el cual, poco a poco se va tejiendo. Con paso lento pero seguro. Mucha gente que forma parte de la Otra Campaña participa o se ha integrado a los trabajos de la comunicación alternativa. Otra buena parte de ellos y ellas, son parte de las radios comunitarias.

Los principios democráticos de la Otra Campaña y de las radios comunitarias, sin duda, son compatibles. Ambas luchan por democratizar la palabra para democratizar la sociedad. Ambas buscan que la voz de los de abajo, de los marginados, sea escuchada. Ambas luchan por la igualdad social y están en contra del explotadero que nos impone el neoliberalismo. La historia de las radios comunitarias es más antigua que
la Sexta Declaración y la Otra Campaña, pero la historia de cada una se ha encontrado en el mismo camino, y eso es lo más importante que debemos ver y aprovechar, esto es, la forma en la que el trabajo de las radios comunitarias son una base para consolidar y dar impulso a la labor de comunicación alternativa bien necesaria en
la Otra Campaña.

De los diversos grupos de comunicación alternativa existentes, y que se han integrado, en la Otra Campaña, quiero platicar sobre uno de ellos, al cual pertenezco. Sobre esta breve relación, me referiré a lo que ya mencioné, o sea, a la importancia de las radios comunitarias en
la Otra, en la Otra Campaña.

 

 

 

La tierra está enferma

Por: Teodoro Rentaría Arróyale (especial para ARGENPRESS.info)

A los compañeros del Diario Noticias de Oaxaca que han vuelto a ser víctimas


La tierra está verdaderamente enferma, sobre todo a causa de sus habitantes en los general, pero singularmente por las potencias mundiales y en forma precisa por Estados Unidos que se niega a firmar el Protocolo de Kioto, que tiene como objetivo proteger al planeta de la serie inacabable de contaminantes productos éstos de su criminal industria de explotación inicua.

El compañero colega, James Lovelock ha escrito para la agencia latinoamericana Reseña Estratégica, un estudio muy bien documentado que titula: ‘Decretan el fin del mundo’.

La Tierra está gravemente enferma y lista para contagiarse de una fiebre mórbida que podría durar inclusive 100.000 años, lo cual pone a la civilización en grave peligro, los irresponsables podrían decir que a esos años no lo verán, sin darse cuenta que desde ahora las generaciones están siendo afectadas.

La temperatura de la atmósfera subirá 8 grados en las regiones templadas y 5 en los trópicos, lo que transformará en un desierto gran parte de las regiones continentales. Antes de finales de siglo, miles de millones de personas morirán y tan sólo sobrevivirán algunas pocas parejas en condiciones de procreación en las regiones árticas. Son datos de científicos que nos debería de espeluznar y ponernos alertas.

Este escenario aparece descrito con lujo de detalles en el libro The Revenge of Gaia (La Venganza de Gea), el más reciente manifiesto de la sub literatura catastrofista, espiral propagandístico del movimiento ambientalista. Su autor es uno de los gurúes del movimiento, el seudo científico británico James Lovelock, creador de la hipótesis de Gea.

En anterior entrega abordamos el tema y es de hacer notar la aseveración del científico británico cuando asegura en su mencionado libro: ‘Esto es lo más difícil de lo que haya escrito… Mi teoría de Gea ve que la Tierra se comporta como si estuviese viva y, claramente, cualquier cosa viva puede gozar de buena salud o padecer enfermedades. Gea me transformó en médico planetario y, como tomo mi profesión en serio, ahora tengo que dar más noticias.’

’Nuestro planeta se mantuvo saludable y adecuado para la vida, como hace todo animal, la mayor parte de los 3.000.000 millones de años de su existencia. Fue una suerte que comenzáramos a contaminar en un momento en el que el Sol estaba muy caliente… Provocamos una fiebre en Gea y, luego, su condición empeorará para llegar finalmente a un estado parecido al coma,’ afirma Lovelock, y advierte: En conclusión ‘necesitamos hacer las paces con Gea… Encima de todo, debemos recordar que somos parte de ella y que ella es, realmente, nuestro hogar.’ 

Uno de los resortes favoritos de los ambientalistas, la hipótesis Gea, no pasa de ser una teoría pseudo científica elaborada por Lovestock y por su colega estadounidense Lynn Margullis (quien estuviera casada con el astrofísico Carl Sagan). Bautizada con el nombre de la antigua diosa griega que representaba a la Tierra, la hipótesis Gea determina que el planeta es un ser vivo de derecho propio y presente, dotado de mecanismos de autorregulación de las condiciones físico-químicas favorables para la supervivencia de los organismos de la biosfera, entre ellos el hombre. Así, este último tendría que adaptarse a los designios del superorganismo, para lo cual tendría que condicionar sus aspiraciones de progreso a los rígidos límites impuestos por Gea, o correr el riesgo de ser eliminado implacablemente como si fuese un virus letal.

Lovestock explicó en una entrevista: ‘Gea es la Madre-Tierra. Gea es inmortal. Es eterna fuente de vida. No necesita reproducirse porque es inmortal. Es. Ciertamente, la madre de todos nosotros, inclusive de Jesús… Gea no es una madre tolerante. Es rígida e inflexible, implacable en la destrucción de quien quiera que transgreda sus reglas. Su objetivo inconsciente es mantener un mundo adaptado a la vida. Si nosotros, el hombre, perjudicamos ese objetivo, seremos eliminados sin piedad.’ ¿Hasta cuando entenderán las hegemonías deshumanizadas por explotadoras?
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9 de agosto «Día Internacional de las Poblaciones Indígenas»

Estimad@s Amig@s


El 23 de diciembre de 1994, la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió establecer el 9 de agosto como «Día Internacional de las Poblaciones Indígenas». Y el 20 de diciembre de 2004, la misma Asamblea adoptó la resolución que proclamó el Segundo Decenio Internacional de las Poblaciones Indígenas, que comenzó el día 1 de enero de 2005.
Si bien en los últimos años se han registrado importantes progresos del pensamiento y la acción internacionales respecto de las cuestiones y los derechos de los Pueblos Indígenas, también se han introducido nuevos factores que colisionan y retrazan los ya de por sí lentos avances en ese sentido.
Desde hace algunos años, en varios países del mundo, pero especialmente en Latinoamérica, se ha desarrollado un mismo tipo de conflicto: el que enfrenta a comunidades indígenas con empresas transnacionales.
Muchos territorios indígenas están siendo vendidos, cedidos o concesionados por los Gobiernos a compañías multinacionales para la explotación de sus recursos naturales. Estas empresas, modifican el hábitat de los pueblos originarios, contaminan y depredan los recursos de los que éstos dependen y afectan así drásticamente su calidad de vida.
De esta forma se están violando normas nacionales e internacionales que protegen los derechos de los pueblos indígenas a participar en las decisiones sobre el manejo de los recursos dentro de sus territorios.
Este fenómeno se está dando tan intensivamente, que algunos autores hablan de una “Segunda Colonización”. Las concesiones forestales, mineras, petroleras; Las privatizaciones de los servicios de agua, energéticos, las mega represas; Los desarrollos turísticos privados, la extranjerización de la tierra y tantos otros factores, están afectando en muchos casos gravemente sus formas de vida y el acceso a los recursos naturales que se encuentran en sus territorios.
Durante miles de años, los pueblos indígenas han realizado un manejo sustentable de los recursos naturales, respetando los tiempos y espacios de la naturaleza, preservando la diversidad biológica, adaptándose ellos al entorno y no modificándolo para obtener comodidades prescindibles o consumos desmedidos, superfluos o innecesarios.
Debemos entonces reconocer y respetar la sabiduría de sus culturas milenarias, permitiendo que continúen manejando sus territorios.
Desde este espacio, apoyamos y apoyaremos siempre a los movimientos y acciones en pos de la reivindicación y el reconocimiento de los derechos de los pueblos originarios.

Nos reencontramos la próxima semana, con una nueva entrega de esta publicación.

Ricardo Natalichio
        Director
rdnatali@ecoportal.net 
www.EcoPortal.net

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