Javier Hernández Alpízar
El Partido de la Revolución Democrática (PRD) es cada vez más incluyente. No lo decimos nosotros, lo dicen los connotados militantes del Sol Azteca, en versión no de una publicación crítica del instituto sino de su diario oficial La Jornada.
Interesante debate, en el seno del PRD, por ser incluyentes o ser todavía más incluyentes, es el que reseñaron en la edición del 22 de septiembre de ese diario capitalino Alma E. Muñoz y Enrique Méndez.
La cabeza mereció ser la principal de portada: «Rompe el PRD candados que impedían las alianzas abiertas con PRI y PAN», y, al menos en Jalapa, ocasionó que ese periódico se vendiera, dicho sea sin malicia, como pan caliente. Se agotó rapidísimo.
El balazo, sin ánimos violentos, así se dice en los periódicos, rezaba: «Se imponen Nueva Izquierda, Alternativa Democrática Nacional y Foro Nuevo Sol», donde el verbo «imponer» indica el ánimo de periodismo objetivo de La Jornada, respetuoso de quienes disienten de su líder, si los grupos mencionados ganaron la votación, el diario cabecea deportivamente «se imponen». Puro «juego limpio».
La altura del debate en el partido amarillo fue calificada como «un agrio debate», lo cual indica el grado de madurez, tolerancia, inclusión, respeto a la disidencia que impera en ese partido, como lo probaron sus elecciones internas, sin resultados finales, con un deportivo empate de quemas de urnas y mapacherías interescuadras.
Los reporteros de La Jornada reseñan: «La mayoría de los acuerdos aprobados ayer en el último día de trabajos del congreso perredista fueron planchados, al margen del grueso de los integrantes de la comisión organizadora –como denunció públicamente una de éstos, Eliana García Laguna–, por dos representantes de Alejandro Encinas y dos de Jesús Ortega: Ulises Lara y Ricardo Ruiz, con Jesús Zambrano y René Arce.» Es decir, representantes de los dos grandes bandos que empataron democráticamente en las elecciones internas, el que sigue a López Obrador y su candidato Encinas, y el que respetuosa y cariñosamente sus rivales llaman los «chuchos».
Sin duda un método democrático, el aludido por los reporteros con el término técnico «planchar», es decir, consensar entre cúpulas. Lee el resto de esta entrada »