“Negocio rentable”, la explotación sexual comercial de menores: DIF-Colima

Pedro Zamora
http://www.proceso.com.mx/noticia.html?sec=2&nta=54088&nsec=Estados

Colima, Col., 25 de septiembre (apro).- La explotación sexual comercial de menores en esta entidad es uno de los “negocios más rentables”.

Según se desprende del diagnóstico sobre “el comercio de la sexualidad de niñas, niños y adolescentes en Colima”, que presentó el DIF estatal, las víctimas se encuentran en todos lados: calles, parques y jardines, centros nocturnos, bares, moteles, casas de masajes e, incluso, en el propio entorno familiar.

Coordinado por Leticia Villarreal Caballero y Nancy Elizabeth Rodríguez Molina, investigadoras de la Universidad de Colima, el estudio apunta que la información surgió de visitas de campo y de entrevistas con 34 menores que viven de la explotación sexual comercial en los municipios de Manzanillo, Colima, Tecomán y Villa de Alvarez y cuyas edades van de los 8 a los 17 años.

Sobre la pornografía, el documento refiere que esta modalidad se detectó principalmente en la zona connurbada de Colima y Villa de Alvarez, donde fueron localizados dos videoclubes que se dedican a comercializar videos que incluyes prácticas sexuales con menores de edad.

“Las invitaciones se hacen tanto a hombres como a mujeres para posar como modelos en agencias ‘fantasma’. La utilización de celulares para la filmación de videos y fotografías son un mecanismo muy utilizado para este fin”, asientan Villarreal Caballero y Rodríguez Molina.

La práctica de relaciones sexuales remuneradas fue identificada en los cuatro municipios estudiados, lo que se presenta en su expresión homosexual masculina y heterosexual en lugares abiertos, como calles y parques, y lugares cerrados, como bares, casas de masajes y estéticas.

El fenómeno del turismo sexual fue ubicado particularmente en el puerto de Manzanillo, debido a su carácter de zona turística, donde se identificaron principalmente casos de relaciones con extranjeros provenientes de Estados Unidos y Canadá.

Sin embargo, aclaran las coordinadoras de la investigación, no se detectó la trata de menores con fines de explotación.

Entre las formas de contacto entre los adolescentes y los clientes/explotadores, el diagnóstico habla de formas directas e indirectas.

En las primeras, menciona el contacto visual en la calle; las “levantadas” en automóvil, o el fichaje en centros nocturnos. En las segundas, a través de moteles, vía telefónica o hasta con tarjeta de presentación. Y ofrece algunos testimonios recabados entre los propios actores.

Un comerciante del centro de Colima contó: “Una estrategia que utilizan los adultos es caminar por las noches, y si ven a un chavo solo en cualquier lugar y volteas con él, y él te corresponde la mirada, es cuando el adulto mete su mano al bolsillo del pantalón, y se estimula los genitales para que se erecte (sic); esa es una seña de que el adulto quiere tener alguna actividad sexual con el menor, y así se engancha a éste”.

Por su parte, un adolescente narró: “Son batos que viven aquí o que pasan de la zona (de tolerancia) y siguen calientes. Ellos me hablan a mí porque ya me conocen. Entonces, ya sé yo solo, en ese rato nos vamos por ahí cerca, donde esté oscuro para que no nos vean, o si es de ahí del barrio, pues a su casa”.

Otro adolescente dijo: “A veces, ellos se paran a querer darme raid o a decirme ‘adiós, mami’, y yo sólo veo el carro y si me gusta le sonrío y me detengo. Entonces, hay veces que ellos se paran para preguntarme a dónde voy. Si me subo me `cachondean` y me preguntan si me gusta el sexo o algo así, y yo les contesto y les explico, y entonces, si ellos no tienen para pagar, pues invento algo para bajarme”.

De acuerdo con los resultados del estudio, las víctimas de la explotación sexual comercial no necesariamente provienen de los sectores más pobres, pero pertenecen a los niveles socioeconómicos bajo y medio.

Los adolescentes de nivel bajo su grado de estudios es de primaria o secundaria no terminada, y operan en escenarios dirigidos a población de nivel socioeconómico bajo, aunque algunas veces recurren a ellos clientes de nivel socioeconómico medio y alto.

Según el diagnóstico, las víctimas de nivel medio son adolescentes que cursan la secundaria o la preparatoria, los cuales son contactados vía celular, internet, en las afueras de la escuela o en los bares de moda, por clientes de niveles medio y alto.

El estudio sostiene que, en el inicio de la explotación sexual comercial, las niñas, niños y adolescentes no provocan el abuso ni seducen a sus victimarios, pues esta creencia resta responsabilidad a los adultos y a la sociedad en general.

“Se trata, en cualquiera de sus formas, de una situación de ventaja derivada de un desarrollo físico y mental mayor, de una relación que une a la niña, niño o adolescente con su victimario o de una relación en la que interviene la autoridad o el poder”, señalan.

Entre los adolescentes entrevistados para el diagnóstico “existe un dolor no solamente por el ultrajo vivido, sino también por la decepción y desengaño que se vivió de parte de la persona en la cual se depositó la confianza. Por ejemplo, la mamá, hermanos, primos, vecinos, amigos y personas del entorno que los acosaron durante un tiempo hasta convencerlos. Sin embargo, los adolescentes iniciados en el comercio sexual no asignan ninguna responsabilidad a la persona que las inició”.

Un adolescente contó: “A los 14 años me pagaron por primera vez por tener relaciones sexuales. Fue con un joto de 42 años, se me pegó en los `botaderos`, por ahí vivíamos. Nos íbamos a casas abandonadas”.

Una menor describió que la primera vez que le pagaron por tener relaciones sexuales fue cuando tenía 14 años, pues conoció a un hombre casado, de 25 años, afuera de la escuela y la piropeaba, aunque a ella no le gustaba mucho, pero se sentía atraída por el carro que traía.

Un día se subió y él le propuso ir a un hotel. Ella accedió, pero a cambio le pidió 500 pesos. “Yo pensé que con eso me lo quitaría de encima, pero, al contrario, dijo que sí, y a mí no me caían mal unos pesos de más, así que fuimos al hotel”.

En sus conclusiones, Leticia Villarreal y Elizabeth Molina advierten que, en el desarrollo de la investigación, se dieron cuenta de que existe una deficiencia en las formas de registro de muchos de los casos, ya que no se tipifican como delitos de explotación sexual comercial, lo que hace que los datos no reflejen la magnitud del problema.

Indican que las pruebas indirectas sugieren inequívocamente que la explotación sexual comercial que se hace de los niños y adolescentes está dentro de la sociedad colimense, y que, de manera diversa y matizada, pasa desapercibida ante los ojos de la población.

Las causas de la explotación sexual comercial, recalcan las investigadoras, no se encuentran en las víctimas, sino en los factores culturales, económicos y sociales que impulsan a las personas adultas a tener contacto sexual con niños y adolescentes.

Entre las situaciones de riesgos individuales o familiares, señalan el hecho de pasar mucho tiempo en la calle como consecuencia de querer escapar de la violencia familiar, o bien por la expulsión o abandono de la propia familia.

Entre los factores comunitarios o sociales, mencionan la instalación de bares y expendios de bebidas alcohólicas en zonas de viviendas familiares; la distribución de drogas; la falta de vigilancia policiaca, y deficiencias en los sistemas educativo y de salud.

En la presentación de este estudio, la presidenta del DIF estatal, Idalia González Pimentel, señaló que los problemas sociales son vistos en esta administración como retos; “es decir, susceptibles de ser superados. No son vistos como obstáculos insalvables, y no creemos en la necesidad de ocultarlos; al contrario, los discutimos a la luz del día, los enfrentamos y asumimos nuestra responsabilidad al hacerlo”.

La titular del DIF estatal dijo que el diagnóstico está basado en forma cualitativa en 34 muestras, debido a que es imposible “tener un diagnóstico o una investigación cuantitativa, porque todos sabemos que es imposible penetrar dentro de toda la sociedad, más ante la problemática que se enfrenta”.

Puntualizó que las autoridades responsables de la atención de este fenómeno seguirán trabajando conjuntamente para enfrentar la problemática de la explotación sexual comercial. Añadió que este diagnóstico servirá para implementar las estrategias a seguir.

3 comentarios

  1. cassandra said,

    11 noviembre, 2007 a 18:32 pm

    por q. ponen esas pajinas aqui

  2. ana said,

    12 May, 2008 a 16:37 pm

    estabien para que la gente se entere de como esta el panorama y cuiden a sus hijo y los hijos se cuiden

  3. Anónimo said,

    28 agosto, 2008 a 9:27 am

    gfxdfxds


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