Camaleón que por dentro es mapache

Babel

Javier Hernández Alpízar

Qué cínico ese espot del IFE en el cual una familia platica que «antes» el abuelo les decía por quién votar, pero como México ya cambió, ahora ya no lo hace. Claro: Ahora se los dice el programa de gobierno que les da limosnas con cargo al erario. Del viejo Solidaridad al «nuevo» Oportunidades.

Anécdotas hay muchas, de cómo en México las elecciones han sido normalmente fraudulentas. Y si alguna vez hubo una que no lo fue, es la excepción. Y a lo mejor porque se equivocaron o no les llegó la línea a tiempo.

La caída del porfirismo y el ascenso de los nuevos ricos, hijos, nietos, entenados, adoptivos o postizos de la «revolución» mexicana ha engendrado un sistema donde hay elecciones, pero no hay democracia. Es como el gráfico de Alma de Cántaro, excelente diseñadora de calcas: «Democracia Zero, democracia sin azúcar». Cf: http://bella-ciao.blogspot.com/2009/06/democracia-sin-azucar.html

Alguna vez, según el viejo método, les habrían entregado credenciales electorales a migrantes guatemaltecos en Chiapas. Les dijeron que votaran, que cruzaran en donde vieran los colores de la bandera. Ganó el PAN, porque no les dijeron cuáles eran los colores de la bandera mexicana, idénticos al PRI, así que los chapines votaron por los colores de la bandera guatemalteca: azul y blanco.

Si la anécdota no fuera cierta, está bien trovada. Democracia por equivocación no es democracia. Votar por otros partidos fue para los mexicanos un cambiar de colores para encontrarse al PRI envuelto en distintas presentaciones: Un PRI albiazul, más corrupto y fraudulento; un PRI amarillo, naranja, rojo y hasta rojinegro, como un camaleón que por dentro es siempre mapache.

Es patética la historia de cómo los mexicanos han sido defraudados no sólo cuando sus votos no cuentan, sino cuando cuentan para que arriben al poder yunquistas, muñecos vudú del empresariado, ahijados de algún oligarca, priistas repintados de otro color.

El caso del PRI en Veracruz (¿o de Veracruz en el PRI?) es como para tesis de doctorado. Una historia del Mundo perdido de Conan Doyle (para no repetir la ya superutilizada del Parque Jurásico). Es tan rancia y fermentada la descomposición política en Veracruz que los paladines que la «oposición» ha usado para sacar, o intentar sacar, al dinosaurio del palacio son priistas reciclados: Villalpando, Dante Delgado, Morales Lechuga (fallido precandidato por el PRD y luego fallido por su propia cuenta. Ahumada asegura, en Derecho de réplica, que le dio dinero como se le da a un Quijote o a un adolescente que va a poner su banda de rock. Luego vendría el financiamiento a AMLO que terminaría con la cacería de AMLO contra Ahumada, y la traición de Salinas, pero, Salinas ¿a quién no ha traicionado?) y ahora Yunes.

Cuando aparecen los reportajes, algunos de verdad investigados, como el reciente de Contralínea, otros que se ven mandados a hacer, o casi nomás mandados a firmar, como los chafísimas de Proceso, curiosamente se escamotea parte importante de la verdad: ¿Qué partido político llevó al poder a Yunes y Chirinos? ¿Qué partido político los mantuvo en el poder? ¿A qué partido obedecían los medios de «comunicación» que los chocholearon cuando estaban en el poder? ¿Con qué partido lograron impunidad y nuevos puestos políticos y de poder? Es uno muy conocido: Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Dante Delgado no tiene esta ocasión oportunidad de ganar. Su función será quitarle votos al PAN y favorecer con ello al PRI. Por esa razón los medios no sacan sus trapitos al sol, ni los 400 pueblos lo persiguen con sus encueramientos mediáticos. Alguna vez la foto de Dante le sirvió de taparrabos a los 400 pueblos. Ya no, porque no cuenta.

Pero si fuera un candidato con posibilidades, La Jornada Veracruz o Proceso irían a entrevistar a los FDOMEZ y éstos les contarían cómo entre los gobiernos más represivos de Hidalgo y Veracruz cuentan no solamente a Yunes y Chirinos, sino a Dante Delgado Rannauro. 

¿Y por cuál partido llegaron al poder Gutiérrez Barrios y luego Dante Delgado? ¿Qué partido los mantuvo en el poder para imponer contra la voluntad de los veracruzanos la planta nuclear de Laguna Verde y esconder las secuelas de la explosión de Anaversa? El Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Lo más descabellado es que para que no lleguen al poder ese tipo de peligrosísimos priistas hoy por otros colores (PAN, Convergencia, PT, PRD) la solución que nos proponen es votar por el PRI.

Si no fuera porque ya votar me parece inútil, iría a votar por el Ánima de San Bruno, pero en mi imaginación el Ánima de San Bruno es lo suficientemente decente como para meterla en esa cosa sucia que algunos llaman «política». 

¿Para qué votar por un delfín o tiburón rojo (o de otro color) si sabemos que en tiempos electorales todos los mapaches con camaleones? Son como los perros de raza fina piratas que venden en el DF: los enseñan con las orejas, el pelo, el porte de un perro de pedigrí, y al crecer se nota que son chuchos callejeros.

Creer que la política es eso que hacen la clase gobernante y la clase política es como creer que la espiritualidad es eso que hacen Ratzinger y su jerarcas eclesiásticos.

1 comentario

  1. 21 abril, 2010 a 18:22 pm

    Es una verdad…pero de qué otra manera podríamos entender la política y a los políticos, el caso es que la gente entiende que el gobierno esta para servir y permitir que los ciudadanos vivan dignamente , para ello crear fuentes de empleo, blindar al campo para que los hijos de los campesinos tengan la opción de elegir si trabajar una parcela o estudiar una carrera…la gente esta con quien le ofrece beneficios para lograr una vida más digna , no estamos hablando de si soy de tal partido o de tal otro, la gente cambia y tiene todo el derecho de hacerlo , así cómo lo hacen los abanderados de tal ó cuál partido, así lo entiendo yo…y también al de oponerse a que llegue al poder un personaje obscuro, que ya tienen probado.


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